La alcaldesa del Concello de Marín, María Ramallo, realizó ayer una valoración "muy positiva" de la celebración a lo largo del pasado fin de semana de la VI edición de la Festa Corsaria. La regidora considera que el evento se ha consolidado ya como una de las citas más importantes del calendario festivo en agosto. Tras lograr "abrirse hueco" ahora entienden que "debemos tratar de ir mejorándola teniendo como base el hilo conductor de este año, con los barcos, los hermanos Gago de Mendoza y nuestra historia como principales exponentes".

"Dado el éxito y las felicitaciones recibidas", la regidora aseguró que el gobierno local "pretende seguir apostando cada año más" por este evento, "mejorando aspectos" en los que se puede perfeccionar la organización "e intensificando un contenido que ya es reconocido por muchos de los asistentes, donde lo que se pretende es conseguir un fin de semana de referencia en el verano que logre una implicación de particulares, de la hostelería, de los grupos de animación, de actividades, de conciertos, capaz de hacer un fin de semana familiar, único y diferente a otros". "En ese camino y con esa ruta se seguirá trabajando", explica Ramallo.

Desde el gobierno local se destacó ayer la gran acogida que el evento tiene entre los vecinos, con cada vez "más gente caracterizada" y también con un aumento del número de mesas para comidas y cenas y la participación en los eventos que se incluían en el nutrido programa de actividades.

De hecho, Ramallo mostró su convicción de que el esfuerzo realizado este año por la organización para incluir novedades en el programa, con contenido histórico o la batalla que se libró entre los barcos concentrados en la plaza de España, ayudó a esta mayor implicación vecinal en el evento. También el incremento del número de decorados en varias zonas de la villa, para tratar de involucrar a todos en la fiesta, "hace que se aprecie una mayor implicación del público y participantes".

Destacó también la presencia de los grupos de animación y la gran concurrencia de público a los puestos de artesanos y locales de hostelería, que también se sumaron al evento. De hecho, en el apartado de premios, en cuanto a la hostelería el principal recayó en Acuña, logrando dos accésit a la Huerta de la Abuela y El Pilaro. En cuanto a los particulares, ganó el Buraco da Miñoca y lograron dos accésit las mesas ubicadas al principio de la calle Real y otra ubicada en el parque Eguren. Premios que premian la mejor ambientación de época y que tratan de animar a los participantes a cuidar los decorados.