Con la vendimia a la vuelta de la esquina el Consello Regulador Rías Baixas quiere tenerlo todo bajo control e insta a viticultores y bodegueros a cumplir tanto los requisitos exigidos para formar parte de esta Denominación de Origen como la normativa nacional e internacional en materia de calidad.

De ahí que se remita a todos los implicados en los procesos de recolección y vinificación la documentación referida a la "campaña de vendimia", incluidas las normas aprobadas por el pleno del Consello el 9 de julio para garantizar que la recogida de la uva se desarrolle con normalidad "y siempre prestando la máxima atención" al cuidado de la misma, ya que esto "redundará en la calidad de los vinos y en que sigan siendo competitivos en unos mercados cada vez más exigentes", explican en el Consello.

A este respecto, Rías Baixas se aferra una vez más a la norma internacional de calidad EN-UNE-17065, el instrumento por el que debe regirse la vendimia y una herramienta que contiene requisitos para la competencia, la consistencia de las actividades y la imparcialidad de los organismos de certificación de productos, procesos y servicios.

Estas normas de vendimia, que se mantienen con respecto al año anterior, constituyen una apuesta por la calidad que, en el caso de las bodegas, "implica la revisión de los sistemas de autocontrol durante la vendimia, todo ello de cara al cumplimiento de los requisitos marcados" tanto en el reglamento como en el manual de calidad y pliego de condiciones de la Denominación de Origen.

En el Consello aclaran que "de esta manera, en caso de detectar algún incumplimiento (no conformidad), al finalizar la vendimia, el Órgano de Control y Certificación emitirá un informe definitivo, que será remitido a la bodega para su subsanación".

Al finalizar la vendimia, añaden, los viticultores recibirán un informe de validación de cosecha, que dará amparo a su producción y servirá como justificante de las entregas de uva.