Los técnicos de la Estación Fitopatolóxica de Areeiro, centro dependiente de la Diputación de Pontevedra, iniciarán el próximo lunes la poda y tratamiento del emblemático carballo de Santa Margarida, en Mourente, para recuperar este árbol y tratar de evitar nuevos desprendimientos de ramas como ocurrió recientemente. Así lo confirmaron ayer al pie de este ejemplar protegido la diputada delegada de este centro, Eva Vilaverde, en una visita en la que estuvo acompañada por los jefes de servicio de la estación, Pedro Mansilla y Carmen Salinero, además del concejal del ayuntamiento de Pontevedra, Alberto Oubiña. Y es que ambas instituciones se han aliado para intentar alargar la vida lo máximo posible a este longevo roble.

Pedro Mansilla explicó que el árbol presenta un estado de salud que no es óptimo a pesar de su avanzada edad. Los muchos años de vida del ejemplar hacen que presente una serie de "achaques" por los que va a ser tratado. Las primeras actuaciones que arrancarán de forma urgente el lunes consistirán en una poda o limpieza de las ramas ya secas y muertas. Además, dado que el carballo está siendo atacado por insectos xilófagos que descomponen su madera, también recibirá un tratamiento de lucha biológica.

Además, la intervención para intentar recuperar el roble incluirá la instalación de unos soportes en una de sus ramas para aguantar su peso y, ya en invierno, se reequilibrará su estructura ya que una de las ramas está avanzando mucho hacia fuera del recinto lo que acrecienta además el riesgo de posibles nuevos desprendimientos de ramas.

Esta intervención dejará el carballo abierto, es decir, con una "vía" que permitirá aplicar al árbol el tratamiento que necesita de forma anual sin la necesidad de abrir el tronco.

La Diputación y el Concello llevan a cabo esta intervención después de recibir los permisos tanto de los propietarios del árbol, que es el Arzobispado de Santiago, como de la Xunta de Galicia, dado que este ejemplar está incluido en el catálogo de árboles "senlleiras" de la Xunta. El concejal Alberto Oubiña subrayó que "decidimos tomar man da situación porque unha árbore das condicións e categoría do carballo de Santa Margarida non pode estar en desleixo tal e como estivo ata o de agora". Las autorizaciones de propietario y Xunta para intervenir acaban de ser recibidas en el Concello.

Eva Vilaverde también ratificó la "disposición absoluta" de la Estación de Areeiro para colaborar con el Concello en la conservación de este ejemplar único. Mansilla recordó que Areeiro lleva realizando informes sobre este árbol desde 1987. "No voy a decir que en este tiempo el árbol haya mejorado, pero lo que sí es cierto es que no ha empeorado". Recordó que en aquel momento ya se tomaron medidas similares a las que se están planteando ahora y "el árbol sigue aquí". "Está claro que algún día el árbol va a morir, pero no sabemos cuando", al tiempo que reconoció que el carballo "no está en un estado óptimo" aún a pesar de su edad pero que "vamos a tratar que continúe ahí".

El Concello estudia además otras actuaciones para mejorar la oxigenación de sus raíces para lo que pedirá un nuevo permiso a la Iglesia.