El Concello de Poio debatirá con los vecinos y los comerciantes de Combarro algunos de los puntos a incluir en la ordenanza que promoverá tras el verano sobre la ocupación de vía pública y la protección patrimonial en la villa.

La idea del equipo de gobierno es incidir en mantener lo más "limpias" posible las fachadas de las edificaciones, los viales y los elementos patrimoniales, como los tradicionales y llamativos hórreos. Por tanto, buscará la comprensión de los comerciantes para llegar a un acuerdo común que evite la acumulación de objetos en las paredes de piedra, con interés histórico-cultural.

"Existen demasiados elementos colgados. Nosotros creemos que para vender, no es necesario exponer tantos objetos en el exterior. Los visitantes comprarían igual", destaca el alcalde, Luciano Sobral, que invita a modificar consesuadamente el modelo de promocionar los muchos negocios, principalmente de souvenirs, existentes en la zona. "Consideramos que se identifica igual el negocio y así se lo trataremos de hacer ver a todos", añade. "Todos los días nos llegan correos de vecinos preocupándose por esta situación", expone.

De este modo, en septiembre el Concello iniciará una ronda de reuniones para conocer la opinión de los comerciantes y poder llegar a puntos comunes antes de aprobar una ordenanza que ya está en proceso de redacción pero no verá la luz hasta el otoño.

Desde el ejecutivo local recalcan la buena predisposición de los empresarios de la zona. A comienzos del mes de julio, la Policía Local llevó a cabo un par de rondas de inspecciones para controlar la invasión de la vía pública por parte de los comerciantes. Durante esa vigilancia establecieron alguna advertencia, pero no fue necesario abrir ningún expediente sancionador.

"La predisposición de la gente fue buena", señala Sobral, que se mueve en la misma línea que Xulio Barreiro, quien había recalcado que a partir de este año se iban a poner a controlar "más duramente" para evitar las citadas invasiones en calles que ya de por sí se encuentran masificadas por la afluencia de personas.

Viviendas

Otra de las cuestiones a tratar será la ocupación de las propiedades por parte de los vecinos. La idea es buscar la fórmula para evitar algunas estampas habituales, con hórreos, fachadas o muros ejerciendo de tendederos o almacenes. "Tenemos que tener en cuenta que son propiedades privadas. Combarro es un recinto vivo y queremos que se siga viviendo en él. La gente debe poder seguir haciendo sus labores diarias", expresa Sobral.

Para congeniar las necesidades vecinales y reducir el impacto visual, desde el Concello estudiarán fórmulas como regular los elementos "que no son típicos" estableciendo ciertas horas. "En consenso, sepodrían establecer unas horas para, por ejemplo, tender la ropa en espacios a la vista que den hacia la calle. No tiene sentido que estén debajo de un hórreo, por ejemplo", explica el regidor.

Terrazas homogéneas

Por último, la idea del ejecutivo municipal también es incluir dentro de la nueva ordenanza apartados referidos a las terrazas. En este sentido, se buscará homogeneizar el mobiliario en espacios públicos. En este sentido, se impedirá la presencia de elementos de propaganda de casas comerciales y se apostará por colores únicos y modelos únicos con el objetivo de "embellecer el pueblo".

"Corremos el riesgo de que Combarro se pierda. El recinto tiene un interés patrimonial reconocido en toda Europa y no podemos permitir que se pierda su esencia", resume Sobral.