Los atascos que se repiten cada verano en la comarca arousana, especialmente cuando el buen tiempo dispara la afluencia a las playas, han vuelto a repetirse. Esta vez con el agravante de coincidir con el puente festivo más importante del estío, especialmente en municipios como Sanxenxo y O Grove, de ahí el caos que vivieron ayer las carreteras, como volverá a suceder hoy.

Las retenciones llegaron a tales extremos que a mediodía afectaban ya a la autovía de O Salnés, que discurre entre Barro y Sanxenxo, donde se formó el habitual "cuello de botella" al tratar de acceder los vehículos a la vía rápida que avanza hacia el istmo de A Lanzada y O Grove.

Por los cuatro carriles de esa autovía se circulaba con lentitud, aunque dentro de la normalidad. Las complicaciones, quizás más intensas de lo habitual y registradas también el viernes, empezaban cuando los conductores se topaban los dos carriles de la vía rápida -uno en cada sentido- que une el final de la autovía con la emblemática playa.

Y lo mismo sucedía en el lado contrario, es decir, al querer acceder desde los cuatro carriles que salen de O Grove a través del istmo hasta enlazar con la citada vía rápida.

De este modo "una vez más queda demostrado, y plenamente justificado, que es indispensable desdoblar esa carretera y dotarla también de cuatro carriles", proclama el alcalde de O Grove, José Antonio Cacabelos Rico.

Mostrando su sentir y el de su partido, pero recogiendo también el de los demás grupos de la Corporación, los empresarios y vecinos en general, el regidor meco insistió así en que "no tiene sentido mantener dos carriles en ese tramo" de apenas siete kilómetros que discurre por el término municipal de Sanxenxo para desembocar en la ayer nuevamente masificada playa de A Lanzada, tratándose por tanto la entrada principal a la villa grovense.

Cabreo

Al expresar su cabreo, el alcalde sentenció que "ya no hay motivo para más retrasos" e instó a la Xunta a "saldar ya esta deuda histórica", ya que el desdoblamiento de la vía rápida hacia A Lanzada "es una necesidad imperiosa y un asunto de seguridad".

A su juicio, "no podemos tolerar que miles de personas queden atrapadas en la autovía o se bloqueen a diario en la propia vía rápida cada vez que quieren acudir a nuestras playas o regresar a casa".

Visiblemente enfadado por este asunto, José Cacabelos ironizó diciendo que el proyecto de desdoblamiento, que hace unos años se presentó a bombo y platillo, "está ahora paralizado porque al parecer no saben cómo solucionar la canalización de un río o algo así, pero eso nos pasa por vivir en el siglo XIX". Y con ese mismo tono irónico espetó: "Espero que cuando lleguemos al siglo XXI la tecnología nos permita resolver estos problemas; cuando se amplíen puentes como el de Rande o se hagan túneles para que llegue el tren de alta velocidad".

Cacabelos termina diciendo: "Quizás la Xunta espere para inaugurar a la vez el AVE y ese desdoblamiento de la vía rápida hacia O Grove".