Un año más, la familia, amigos y conocidos de Sonia Iglesias salieron a la calle para mantener vivo su recuerdo, por un lado, y para pedir justicia con la esperanza de que algún día se conozca al culpable de su desaparición. Estuvieron acompañados por numerosos vecinos de Pontevedra, solo una pequeña muestra de los muchos a los que la noticia impactó en su día.

"Dicen que el tiempo lo cura todo. Que cicatriza las heridas, pero no es así. Han pasado siete años, siete años interminables sin saber nada de Sonia, mi hermana, y para mí y toda mi familia, esta es una herida que sigue abierta y que seguirá sangrando hasta que podamos conocer qué le paso, quienes son los culpables de su desaparición, qué hicieron con ella y por qué", comenzó su discurso Mari Carmen Iglesias, hermana de la desaparecida. Con sus palabras hacía referencia a la fecha en la que se le perdió la pista a Sonia Iglesias, el 18 de agosto de 2010, a plena luz del día.

"Son preguntas que siguen sin responder a pesar de los años, siete largos años, y de nuestros incansables intentos por descubrir la verdad y a los culpables", recalcó.

La manifestación partió, como es habitual, de la Praza da Ferrería y se encaminó, con cientos de participantes, por la Peregrina hacia el centro más comercial de la ciudad. A la altura de la tienda Massimo Dutti, en la que trabajaba Sonia Iglesias hasta el día de su desaparición, se realizó una emotiva parada con un largo aplauso. El resto del recorrido se caracterizó por un silencio cargado de significado.

Las pancartas de la marcha volvieron a ser las habituales: la que portaban la familia más cercana, incluidos sus padres y hermana, y la de sus vecinos del Campo de la Torre.

"En nuestra memoria mantenemos los recuerdos de los días felices, empañados ahora por una sombra negra que nos impide recordar a Sonia como nos gustaría, como una persona buena, amable, cercana, vitalista y siempre con una sonrisa en la boca, como en este cartel que cada año nos recuerda que sigue desaparecida", se lamentó su hermana.

"Su desaparición ha cambiado nuestras vidas para siempre y ha dejado huellas profundas de dolor, rabia, incomprensión..., pero como siempre hemos dicho, nunca dejaremos de buscarte, Sonia. Es lo único que nos queda: por ti, por tu recuerdo, por nosotros", subrayó emocionada. Y es que si hay una palabra que define la manifestación en la calle de ayer es esa: emoción. La de todos aquellos que siguen guardando a Sonia Iglesias en su recuerdo. Inmensa en el caso de su familia.

El ansia de justicia, el otro pilar del acto de ayer, también estuvo muy presente en el discurso de Mari Carmen Iglesias: "Seguiremos luchando hasta nuestro último aliento porque los culpables o culpable paguen su pena ante la Justicia. Nos quita el sueño pensar que alguien de su entorno haya podido ser tan cruel de arrebatárnosla de esta manera tan devastadora, sin dejarnos un lugar para llorarla".

Asimismo, mostró su agradecimiento y el de toda su familia a todos los presentes. "Nos emociona que sigáis aquí acompañándonos, como cada año, para mostrarnos vuestro apoyo y la huella que Sonia ha dejado en vuestras vidas. Vuestra presencia nos da fuerza para seguir luchando", dijo.