-Formar parte durante nueve años de Milladoiro, una de las bandas más legendarias de la música gallega, ¿supuso un punto importante en su vida?
- Es una parte más de mi vida que va quedando atrás en el tiempo. Tiene importancia, pero considero que después de estar en Milladoiro hice las cosas más importantes en mi carrera musical. Tengo claro que Milladoiro es un lugar donde aprendí mucho, pero desde entonces creo que hice cosas mucho más interesantes.
-¿Tiene algún artista de referencia que considera que influyó en su carrera musical?
-Muchos, sería difícil dar un nombre sólo y parecería que me guié por esa persona. Soy muy ecléctico en la música, escucho desde música clásica, salsa, pop inglés o música tradicional folk.
-¿ De qué trabajo musical se siente más orgulloso?
-De todos, eso es como si le preguntas a un padre de que hijo estás más orgulloso. Todos los trabajos en los que participé, lo hice con la mayor honestidad y profesionalidad que pude. Cuando muchas veces vuelvo a escuchar alguno de mis temas o alguien los pone, te das cuenta que no reniegas de ningún trabajo que hayas hecho.
-¿Y alguno que sea más especial que otro?
-Todos son de una forma u otra especiales, el más reciente, "Son galego, son cubano" creo que tiene una emotividad especial, porque mi compañero de viaje en este proyecto, Neira Vilas, falleció justo antes de estrenarlo y de grabarlo, pudiendo escuchar sólo las maquetas de algunos temas. Por eso "Son galego, son cubano" es un proyecto muy especial para mí por muchos motivos, circunstancias, así como por muchas amistades nuevas que hicimos en Cuba, un proyecto que siginifica mucho porque transmitimos una historia real que es desconocida por la mayoría de las personas.
