El patrimonio intervenido a Pouso Rivas y a la treintena de personas que se sentaron en el banquillo de los acusados como testaferros suyos ha dado muchos problemas al Plan sobre Drogas a la hora de encontrarles comprador. Varios inmuebles quedaron varias veces desiertos, hasta el extremo de que hubo casi que ofrecerlos como gangas para encontrarles comprador, como sucedió con cinco locales comerciales ubicados en el Centro Comercial Arousa, en Vilagarcía.

Cuando el Estado quiso hacerse cargo de los pisos, casas unifamiliares, naves o bajos comerciales, se encontró con que en muchos casos todavía estaban ocupados por terceras personas o que tenían contratos de alquiler en vigor.

El patrimonio, compuesto por 57 bienes, incluía ocho chalés, hoteles, diez sociedades mercantiles, tres millones de euros en metálico y otros 900.000 en depósitos, y 35 vehículos, algunos de ellos de lujo. No todo estaba a nombre de Pouso Rivas, figurando muchos de estos bienes a nombre de sus testaferros, como su mujer o su amante.

Otros problemas con los que se encontraron los técnicos del PNSD fueron que había bienes con unas deudas tan elevadas que las hacían muy poco tentadoras, aún bajando mucho el precio de oferta; o que estaban inscritas a nombre de personas ajenas al proceso judicial.

El patrimonio de "Pelopincho" se extendía por múltiples localidades gallegas, como Valga, Vigo, Pontecesures, Vilagarcía, Pontevedra, Noia o Ribeira, y le fue intervenido en 2006. No obstante, en pocos años se devaluó notablemente por la tardanza en adjudicarlo.