La ocupación hotelera volvió a crecer en julio en toda la provincia. Es el mejor dato de la última década para el sector, al haber logrado superar en dos puntos los registros del mismo mes del año pasado, cuando los propios hosteleros hablaron de un crecimiento "histórico". Pontevedra y su comarca ocuparon el 90,25% de sus habitaciones y la comarca de O Salnés el 87,35%.

Las cifras han crecido en la provincia 12 puntos en solo dos años y superan en siete las previsiones de la Diputación, razón por la que la que el gobierno de Carmela Silva llamó a "estar atentos" para evitar una masificación que haga bajar la calidad de la oferta turística de las Rías Baixas.

Por el momento, según expuso ayer la presidenta, "no hay ningún problema" ni previsión de que lo haya a corto plazo; pero el "espectacular" crecimiento del sector en los últimos tiempos requiere "estar alerta" para mantener un turismo de calidad y evitar lo que ocurre en otras zonas del estado como Barcelona o Mallorca.

Los datos hablan por sí solos. La variación es menor que la que se produjo entre 2015 y 2016 porque entonces hubo una "explosión", explicó Silva, pero las cifras siguen en progresión ascendente. En julio de 2017 hubo en la provincia un 2% más de turistas que en el mismo periodo del año pasado. En Pontevedra y comarca, la previsión era superior al 80% y la cifra final fue de un 90,25%.

En la comarca de O Salnés, las estimaciones auguraban una ocupación media del 77%, que se ha elevado al 87,35%. Además, gracias a municipios como Sanxenxo, los hoteles de cuatro estrellas han alcanzado registros del 100%. Este dato se reproduce en Pontevedra, donde los hoteles de cuatro estrellas también estuvieron por encima de la media general, con un 92% de ocupación.

Caldas también logró sus mejores cifras, superando igualmente las previsiones al marcar una ocupación media del 83%, con picos del 100% en los días del festival PortAmérica.

Todas las comarcas de la provincia salvo una han registrado números superiores al 80%. Deza e Tabeirós-Terra de Montes tuvo una ocupación del 71,5% que, en cualquier caso, también mejoró en cuatro puntos y medio las estimaciones de Turismo Rías Baixas.

El turismo rural creció en siete puntos con respecto a julio de 2016 con un 67% de ocupación, que en la ciudad de Pontevedra y los concellos limítrofes se elevó al 76,5%. Solo las comarcas de O Morrazo y el Baixo Miño superaron esta cifra, con un 90% y un 100% respectivamente.

Satisfacción con advertencia

Los números despertaron "satisfacción total" en la presidenta de la institución provincial, Carmela Silva, porque "las Rías Baixas y Pontevedra están de moda", a lo que añadió que las encuestas reflejan un alto grado de complacencia entre los visitantes; pero llamó a reflexionar "en torno a la sostenibilidad del sector turístico".

En opinión de Silva, no solo se trata de fidelizar a los turistas para que visiten las Rías Baixas también en otras épocas del año, sino que sector público y privado deben preocuparse de promover un modelo "que no dañe el paisaje, los pueblos, que no afecte al entorno y sigamos siendo un destino de alta calidad". "No hay ningún problema, pero tenemos que estar muy atentos" para marcar "un objetivo a corto y medio plazo" .