Concello y Diputación anunciaron ayer que actuarán "de inmediato" para paliar el deterioro del carballo de Santa Margarida. Pedirán a la Estación Fitopatolóxica do Areeiro, un centro científico dependiente del organismo provincial, que intervenga a fin evaluar el estado del ejemplar y decidir sobre qué intervenciones requiere.

"Se busca conservarlo en las mejores condiciones posibles", explicaron los portavoces del gobierno local, que al igual que la Diputación renuncian a esperar una hipotética intervención de la Xunta "que nunca llega", denuncian los vecinos.

Los técnicos de O Areeiro ya habían realizado estudios sobre el carballo, un ejemplar singular que figura en el catálogo de Árboles Senlleiras de Galicia, lo que no ha evitado que resulte afectado por las plagas o el tráfico de la carretera que pasa sobre la copa.

Por su parte, la Consellería de Medio Ambiente recordó ayer a FARO que el carballo "tiene dueño, no podemos actuar en algo que no es nuestro" y las iniciativas para conservar el árbol "no tienen que partir de nosotros... Si hay una que nosotros nos sumemos ya es otro tema", pero por el momento este departamento no tiene sobre la mesa ningún proyecto de actuación.

El presentado el pasado otoño por el concello (y que contempla la retirada del pavimento, la construcción de un alcorque de 21 metros que rodee al árbol o una senda peatonal) es exclusivamente "un plan arquitectónico", recuerdan los portavoces municipales, que no requerirá el visto bueno de Medio Ambiente (de hecho ésta no tiene constancia oficial de su existencia) pero si de Patrimonio.

El propietario del recinto es el Arzobispado y FARO ha intentado sin éxito recabar un posicionamiento oficial de la diócesis. Quienes si se han vuelto a manifestar son los vecinos y comuneros, estupefactos al comprobar que "la Xunta invierte dinero público en conservar bienes privados, por ejemplo de la iglesia, y ahora pretende escurrir el bulto diciendo que el carballo no es suyo. Un signo más de su dejadez".