Vecinos de Vilaboa lamentan el estado que presenta la carretera en el tramo que va desde el Concello hasta Casanova y Río. Según aseguraron a este periódico, la cantidad de maleza se ha ido acumulando a lo largo de los últimos meses sin que la administración local se haya preocupado por hacer nada al respecto.

No es la primera vez que pasa, explican, puesto que ya el año pasado denunciaron la misma situación.

En su opinión, esta vegetación, compuesta, en su mayoría, por silvas, impide la normal circulación por los caminos. Por algunos de ellos circulan vehículos, por lo que la maleza impide que sus conductores tenga una correcta visibilidad y puedan evitar a los peatones que puedan utilizar los viales, en los que se encuentran varias viviendas familiares.

Asimismo, los peatones se ven obligados a terminar caminando por el centro de la carretera en lugar de circular pegados a un lado, tal y como recomiendan las normas de seguridad.

Manos a la obra

Es tal el malestar de los vecinos que muchos han decidido asumir ellos mismos los trabajos de limpieza de la vegetación. "Nunca estuvo esto tan mal", asegura un portavoz.

"Queremos hacerlo público porque al final si esto se mantiene en condiciones es gracias a nuestro trabajo, no al del Concello, que es el que debería tener esto limpio, que para eso nosotros pagamos nuestros impuestos", critica.

Otra de las cuestiones que les preocupa es que es una zona muy transitada, tanto por personas de edad avanzada como por niños, que no pueden moverse con total libertad.

"Lo que no entendemos es por qué todos los años pasa lo mismo", se lamentaron ayer y calificaron de dejadez la actitud del gobierno local.

La vegetación termina uniéndose, en algunas zonas, con las fincas de los vecinos, de ahí el rápido crecimiento. Supera el medio metro de altura en algunos puntos, de ahí el incomodo tanto para los que viven en sus cercanías como para los que utilizan esas carreteras y caminos en cuestión.