Personal de finca y de empresa lleva a cabo las labores agrícolas y los investigadores registran todos los datos sobre el resultado de cada variedad en el campo. A mayores, otra parte trabaja más en los invernaderos, laboratorio, cámara de crecimiento de plantas etc.

Los cultivos intensivos como los de huerta requieren más personal y en general trabajos agrícolas para evitar malas hierbas, plagas o enfermedades. "En función de las plantas unos grupos utilizan más la huerta, así que tenemos personal laboral del CSIC para trabajar la finca, pero en los últimos años hemos visto como se ha visto sensiblemente reducido por jubilaciones y bajas", lamenta Elena Cartea González.

Esta merma de plantilla supone un grave peligro para las investigaciones "porque dependemos de todo este personal para sacar adelante los trabajos", explica la investigadora.

Actualmente una subcontrata saca adelante el trabajo porque de hecho la tasa de reposición de personal de finca es sencillamente cero. "Una vez que perdemos un trabajador sabemos que no se va a reponer, nos supone un gran problema porque el centro ha crecido en los últimos años, cada vez somos más grupos con objetivos diferentes y en paralelo esta plantilla se está reduciendo cada vez más".