El Concello retoma el proceso de traslado del Archivo Municipal desde los bajos de la Casa Consistorial en la plaza de España hasta el sótano de Michelena 30, un proceso que se ha mantenido paralizado desde hace más de siete años debido a los problemas del nuevo albergue, pero que ahora se relanza. Y este cambio de ubicación vendrá unido a notables cambios en el servicio y el más destacado es que se aprovechará para cumplir un decreto de la Xunta que ordena realizar un expurgo completo de la documentación almacenada que se considere innecesaria.

Tramitaciones administrativas, expedientes y otra documentación irrelevante en papel será eliminada de forma gradual de modo que el Archivo no solo ganará espacio, sino que se podrá reorganizar. En principio, la previsión es eliminar los documentos susceptibles de expurgo anteriores a 1965, unos cincuenta años atrás. Desde ese año hacia adelante, la idea es conservarlo todo y proceder en el futuro a su selección.

También habrá que analizar con detalle los fondos anteriores y para ello está previsto crear una comisión técnica, si bien no hay un calendario concreto. En todo caso, en todo este proceso también influye la posible jubilación del archivero, Enrique Sotelo.

En marzo de 2010 el Concello comenzó el traslado paulatino de todos sus servicios desde la Casa Consistorial a la sede actual de Michelena 30, una mudanza que se dio por concluida en enero de 2011 con la instalación del gobierno local. En aquella mudanza el Archivo quedó en su original ubicación, en los sótanos de la Casa Consistorial. Estaba previsto el cambio desde el principio y para ello se reservó la planta más baja de este inmueble. Pero la humedad, filtraciones e incluso inundaciones de agua frenaron esta medida. Esas deficiencias se han resuelto y desde hace unas semanas se trabaja en el equipamiento del local, en especial con unas estanterías móviles cuya adquisición superó los cien mil euros.

Una vez que se concrete el cambio, además de centralizar este servicio con los demás departamentos municipales, se mejoraría las condiciones de trabajo de una oficina que el pasado año recibió más de dos mil consultas de los ciudadanos y se procedería a un expurgo que es muy habitual en las sedes judiciales pero menos en el Concello.