Ser abuelo no es un objetivo de vida, insiste la Sociedade Galega de Xerontoloxía e Xeriatría, que ayer no conmemoró excesivamente el Día de los Abuelos. ¿Por qué? "Como sociedad científica que nos ocupamos de mejorar la calidad de vida de las personas mayores en este día queremos recordar que el ser abuelo es una dimensión doméstica de lo que es ser mayor, está muy bien por supuesto que se ensalce la figura de los abuelos porque realmente cumplen una función social muy importante pero reducir el papel de los mayores a esa función nos parece que es una imagen estereotipada" de lo que significa cumplir años, señala Raquel Ramos.
- ¿Se alude en demasía al papel de abuelo?
-Es que parece que es lo único, cuando realmente el colectivo de las personas mayores es muy amplio, muy diverso y su función no se limita a ese aspecto doméstico vinculado al cuidado de los nietos sino que hay otras muchas dimensiones que parece que la sociedad no quiere ver. Insisto, está muy bien ensalzar la figura del abuelo pero hay otras muchas figuras que representan a los mayores y que no se destacan.
- Desde el arranque de la crisis el porcentaje de abuelos que ayudaba económicamente a los hijos ha pasado del 20% al 85%, y un 59% (según un estudio de 2014 de la Fundación Pfizer) cuida de los nietos
-A mayores del aporte de dinero a los hijos, porque a resultas de la crisis muchos pensionistas efectivamente se han convertido en el pilar económico de las familias, están los servicios que prestan como ese cuidado de los nietos, pues hay que decir que debe ser una contribución, no un trabajo, algo voluntario, porque habrá a quien le apetezca y disfrute del cuidado de los nietos y eso hay que respetarlo pero mucha otra gente tiene otros intereses, necesidades e inquietudes que por supuesto debe poder satisfacer. A mayores está que aunque se dice que los nietos se viven de forma diferente a los hijos al fin y al cabo tener a diario que asumir el cuidado de los nietos supone una serie de obligaciones que te impiden hacer otras muchas actividades, una cosa es hacerlo puntualmente y otra muy diferente todos los días.
- En toda la historia de la humanidad habíamos asistido a un cambio demográfico como el que estamos experimentando ¿hay un nuevo mayor que nunca había existido?
-Efectivamente, hay un nuevo mayor si, pero yo no diría que hay uno nuevo sino muchos nuevos mayores, porque hablamos de un colectivo muy amplio que abarca un extenso abanico de edad y no hay dos mayores iguales, por eso no podemos hablar de un único perfil de mayor, sería reducirlo demasiado. Pero más allá de eso si que hay un nuevo mayor, los de hoy poco o nada tienen que ver con los de hace solo 20, 30 o 40 años.
- Le señalo tópicos ligados al edadismo (discriminación por edad): los mayores son reacios a cambiar, conservadores, pobres, enfermos?
-Para nada, para nada, dentro del colectivo de mayores encontramos a personas muy diferentes, con una trayectoria vital totalmente dispar, así que por eso le decía que no puede hablarse de un perfil sino que es un colectivo muy amplio y cualquier descripción puede caer en esos estereotipos que señala.
- Se me olvidaba otro estereotipo: el de ser buenos
-Claro, hasta eso efectivamente es un tópico más ligado a ellos, (sonríe) hay mayores buenos, otros que no lo son? Vamos como en cualquier otro grupo de edad, porque lo primero que hay que pensar es que es un grupo diverso que reúne a personas con trayectorias muy diferentes y cuantas más experiencias y más años más diversos somos. Como señalaba usted es la primera vez en la historia que asistimos a este fenómeno demográfico, que conseguimos esa supervivencia, nunca tuvimos esos porcentajes de mayores en la sociedad.
- Apunta que tras la conquista de una mayor esperanza de vida nos queda una segunda revolución
-Nos queda ese segundo paso, hemos conquistado esa esperanza de vida pero ahora necesitamos aprovechar el enorme potencial de los mayores que hoy descartamos, como sociedad no podemos permitírnoslo no puede ser que alrededor del 30% de la población no tenga nada que hacer. No estoy hablando necesariamente de trabajo remunerado, sino de pensar que tras los 65 años todavía quedan al menos 20 de vida plenamente activa para dedicarla al voluntariado, asociacionismo etc, a muchas tareas plenamente útiles para la sociedad.
