Las relaciones entre el Concello y la concesionaria de limpieza Cespa-Ferrovial, tensas desde hace meses, vuelven a enturbiarse a raíz de las denuncias formuladas ayer por su comité de empresa. "Averías constantes" en la maquinaria, zonas sin cubrir durante varios días, trabajo "en precario" y otras deficiencias integran el rosario de quejas de los trabajadores, que se hacen extensivas a los ciudadanos afectados.

El gobierno local ha convocado por separado a las dos partes. La concejala Carmen da Silva recibirá primero al comité de empresa y, con sus quejas en la mano, pedirá explicaciones a la empresa, según explicó el Concello tras conocer las denuncias de la plantilla.

Este conflicto llega en medio del concurso que quiere convocar el Concello para adjudicar el servicio, en manos de la actual concesionaria desde hace dos décadas y que en los últimos años ha tenido enfrentamientos con el gobierno local, sobre todo a raíz de la investigación judicial por supuestos "enchufes" municipales, que finalmente fue archivada. El Concello abrió sus propias pesquisas al respecto, que acabaron con una sanción económica a Cespa-Ferrovial por "no colaborar" en aclarar aquel asunto.

Las deficiencias que denuncian los trabajadores son variadas y en todos los casos la empresa responde que no sería posible resolverlas "por falta de dinero", según sostiene el comité. Entre ellas apuntan a que "en los últimos meses son patentes las averías en la maquinaria" y añaden que "con tres barredoras y cinco lavaaceras, salen solo a la calle una en cada servicio, llegando a producirse el caso de no trabajar ninguna, como ocurrió entre el 19 y el 23 de junio". También alertan de que dos de los camiones para baldear, "dos llevan casi dos años averiados y el tercero sale de forma discontinua desde hace tres meses".

Otro de los vehículos, un lavacontenedores, "lleva años con problemas y sus salidas son esporádicas, de modo que los recipientes se lavan cada 15 días en verano y una vez al mes en invierno, lo que no es saludable para los trabajadores", que se quejan de que tampoco se cubren las bajas ni las vacaciones, lo que hace que "haya turnos con solo dos operarios de los ocho asignados al servicio para toda la ciudad".

Los problemas afectan a la limpieza a pie y con máquinas y a la recogida de basuras, tanto nocturna como la de papel o vidrio, según el comité, que quiere con estas advertencias dejar claro a los ciudadanos que "tratamos de hacer nuestro trabajo lo mejor posible" ante las constantes quejas que dicen recibir por los vecinos.

Detallan que "entre el 26 y el 30 de junio solo hubo recogida selectiva en las calles más céntricas por no cubrirse la ausencia de un conductor", mientras que en el rural "la falta de personal hace que no sea continuada la recogida de papel, vidrio y plástico". Además, los contenedores de basura están muy deteriorados.

En el turno de noche "las roturas impiden a menudo la salida de camiones y vehículos, trabas que someten a los trabajadores a soportar más presión para cumplir con su labor, alargando su jornada y saltándose incluso su tiempo de descanso".