En medio de la recuperación que pone de manifiesto el Informe Ardán, destaca la demanda de suelo empresarial que comienza a repuntar en estos meses, con los polígonos de Barro-Meis y A Reigosa como principales exponentes. Esta demanda es más notable en Ponte Caldelas, que gestiona la Xunta, con un precio bonificado de algo más de 60 euros por metro cuadrado, frente a los 120 del parque que explota la Diputación.

Así, en la actualidad el polígono empresarial de A Reigosa cuenta con 49 parcelas industriales, ya tiene vendidas a día de hoy 31 de ellas, el 63%, del total. En cambio, la vecina Central de Transportes, un espacio de unos 90.000 metros cuadrados habilitado en su día para albergar a empresas del sector, con sus camiones y sus naves, cumple doce años totalmente vacío. Por ello, el Concello de Ponte Caldelas emplaza a la Xunta a modificar su ordenanza urbanística, de modo que sea posible agrupar y dividir parcelas. Según el gobierno que dirige Andrés Díaz "al menos hay media docena de empresarios que se han interesado por la adquisición de subparcelas dentro de los cinco grandes solares en los que quedó configurada esa Central de Transportes". Díaz incluso aboga por cambiar esa denominación y una agilización de su desarrollo "ya que lleva más de doce años en el mercado sin que las sucesivas rebajas en el precio tengan efecto".

Doce parcelas en venta

No ocurre lo mismo con A Reigosa, un polígono empresarial tradicional. Según Xestur, a día de hoy solo hay doce parcelas en venta, mientras que otras seis están reservadas. Las primeras suman unos 125.000 metros cuadrados aún disponibles, puesto que entre ellas figuran las tres parcelas más grandes de todo el recinto, de más de 19.000 metros cuadrados cada una. Las reservadas suman unos 30.000 metros más.

Las últimas adjudicaciones desveladas por Xestur se referían a una parcela de 8.358 metros cuadrados, por algo más de 555.000 euros, a una empresa de Combarro (Poio) dedicada al sector de la pesca y la conserva Paralelamente, otra compañía dedicada a los motores eléctricos y ya asentada en el vecino polígono de O Campiño, adquirió una parcela de 1.500 metros cuadrados, y dos más trabajan ya en ejecutar sus naves empresariales. Disponen de licencia municipal desde hace unos meses y se dedican a la construcción y a la distribución de garrafas de gases medicinales e industriales.

En todo caso, aunque el 63% de las 49 parcelas iniciales ya está vendido, el cómputo total de superficie pone de manifiesto que aún está sin dueño más de la mitad de todo el polígono. Los 31 solares adjudicados suman unos 130.000 metros cuadrados (el 46% del suelo empresarial total) y los 12 libres ocupan 129.000 metros más (el 43,5%), mientras que las reservadas suponen el 10,5% restante.