La Mesa de Contratación del Concello de Pontevedra propuso adjudicar a la empresa Prace Servicios y Obras, el proyecto del campo de fútbol de hierba sintética de Chan do Monte, en Cerponzóns, por un importe de 865.000 euros. La firma presentó la mejor oferta al concurso, al que se presentaron 22 empresas, con un incremento del plazo de mantenimiento de la instalación por cinco años y una mejora de los equipamientos deportivos.

Se trata de la primera instalación de este tipo que construirá el Concello en el rural pontevedrés.

La Mesa de Contratación estudió ayer la justificación de las bajas temerarias del precio detectadas en las ofertas de seis de las empresas que optan a la obra y finalmente defendió la propuesta de Prace Servicios y Obras como la más ventajosa.

Las ofertas económicas oscilaron entre los 755.193 euros a más baja, al 1.027.893,51 euros a más alta (que era el presupuesto de licitación). El portavoz del gobierno local, Raimundo González, indicó que el propósito es que la obra pueda estar ejecutada en este año ya que el plazo de obra es de seis meses.

El proyecto del campo de fútbol de hierba sintética de Cerponzóns contempla un terreno de juego de una superficie de 1050,63 metros, es decir, permitirá la creación de un campo de fútbol 11 y dos campos de fútbol 7. Se creará con materiales recomendados por la FIFA para poder ser utilizados en competiciones oficiales, igual que el que se está instalando en A Xunqueira.

El complejo también dispondrá de dos edificios: uno será el de los vestuarios, ya que está previsto derribar las actuales instalaciones. Este tendrá 392 metros cuadrados con cuatro vestuarios para jugadores, dos para árbitros, enfermería y almacén para aparatos de fútbol, limpieza y otros elementos. También dispondrá de una sala de instalaciones.

Segundo edificio

Se construirá un segundo edificio, más pequeño, que sustituirá a la cantina que también se derribará. Tendrá aseos y nuevos accesos.

Serán edificios de líneas rectas, sencillos, de hormigón sin que destaquen demasiado para que no invadan el paisaje. Llevarán una pared de vidrio, que será la que da al campo. Todo el edificio estará recubierto de una celosía metálica que impide la visión de fuera hacia dentro. Permitirá la entrada de la luz durante el día, y hacer de él un edificio eficiente durante la noche.

El tejado será de una piedra granítica transitable. Se separa el acceso de los deportistas y del público y el complejo tendrá agua caliente de una caldera de biomasa.