Una salida de vía de un camión en la PO-531 a la altura de la gasolinera de Curro, en el término municipal de Barro, pudo acabar ayer en tragedia. Lo evitaron un árbol y uno de los pilares que sostienen la estructura del establecimiento, que ejercieron de protección para evitar que el vehículo, fuera de control, llegase a la zona de repostaje, donde se encontraban cuatro coches.

En torno a las 16.00 horas de ayer, un camión de una empresa distribuidora circulaba por el vial PO-531 que une Pontevedra con la parroquia de Curro. Tras superar la nueva rotonda situada a la altura del polígono de Sequeiros, el conductor perdió el control del furgón, se salió de la vía y, perjudicado por el desnivel del arcén con respecto a la calzada, se fue hacia la estación de servicio, en el tramo más conflictivo de la PO-531, donde la Xunta acaba de mejorar las medidas de seguridad vial.

Sin embargo, ayer no evitaron este accidente, que pudo ser peor. Uno de los árboles decorativos ubicados en el jardín ejerció como protección para impedir que el vehículo arrollase a otro estacionado en el primer servicio de repostaje y en el que se encontraba un niño. En ese momento, sus padres se habían acercado a la caja para pagar. "Se llevó un susto tremendo por el ruido, por la imagen y porque el coche se llenó de tierra y hojas", aseguraron trabajadores de la gasolinera.

Tras chocar y arrancar de raíz el árbol, el camión viró su trayectoria y colisionó contra una de las columnas de la gasolinera, que quedó también dañada. Este último impacto provocó que el furgón volcase hacia su lado izquierdo, invadiendo totalmente uno de los dos carriles de circulación en sentido a Vilagarcía.

Hasta el punto acudieron 061-Urxencias Sanitarias, Bomberos do Salnés, Guardia Civil de Tráfico y el servicio de mantenimiento de la carretera. Los Bomberos de Pontevedra también participaron en el operativo.

Tras unos minutos, los servicios de emergencias lograron excarcelar al conductor, un hombre joven aunque con años de experiencia en el sector transportista que se encontraba retenido por el cinturón de seguridad y, finalmente, presentaba heridas leves. Según explicaron testigos presenciales, el piloto estuvo consciente en todo momento mientras no llegaban los operarios y aseguró que "no fue por culpa del sueño".

Uno de los trabajadores explicó que las personas que se encontraban en ese momento en la zona no se dieron cuenta de lo que estaba ocurriendo hasta que escucharon "un fuerte ruido". "Por suerte las protecciones que tenemos evitaron una desgracia. Pero este lugar es peligrosísimo", detalló.