-Una de sus inversiones constantes está siendo la red de saneamiento. ¿Cuánto ha mejorado el Concello en ese tema desde que llegaron?

-El anterior gobierno sí invirtió, pero en pequeños tramos de canalización que no dieron servicio nunca a nadie. De hecho ni siquiera hay planimetría en el Concello. Nosotros invertimos 100.000 cada año, con el objetivo de que sirviese para dar servicio al mayor número de personas. Intentamos que todas las casas con una canalización cerca se puedan conectar a una de las tres depuradoras que tenemos. Este año se le va a dar servicio a más de 40 casas, que ya pueden conectarse a la red desde el momento que acaben las obras. Además, pretendemos construir nuevas depuradoras porque necesitamos dar más servicio. Hay parroquias como Barro, Valiñas o Agudelo que no tienen saneamiento.

-Haga autocrítica. ¿Qué mejoraría de estos dos años?

-Seguramente desde fuera nos vean cosas que mejorar. Yo entiendo que no podemos abarcar todo. Nuestra idea fue desde un principio solucionar los problemas de los vecinos. Hay muchos, somos los que somos y tenemos que priorizar. No podemos resolver todo inmediatamente. Es que hay gente que llega al Concello para comunicarnos que tienen un problema y que lleva así 20 años. Eso es la mayoría.

-¿Qué objetivos se marca para estos dos años finales de mandato?

-Lo primero, de que la gente se sienta orgullosa de vivir en Barro. También queremos acercar los servicios al mayor número de gente posible para que los vecinos tengan la sensación de que de verdad estamos pendientes de sus necesidades y los tratamos de resolver con sentido común. Esperamos poder ir poniendo proyectos importantes encima de la mesa, pero en este momento lo fundamental es buscar un cambio total en la forma de trabajar.