La Mimitos lo volvió a hacer. Y esta vez, sin quererlo. Sin ni siquiera estar presente. Más de medio siglo después, Pontevedra volvió a sentir expectación por la figura de la prostituta. Lo hizo gracias al documental promovido por el camarógrafo Manuel Yáñez y la excepcional presencia póstuma de Sabino Torres y Tatá Pico, junto a Pedro Rivas.

Las tres figuras de la ciudad son el hilo conductor que narra la historia del barrio de A Moureira, un "reducto libertino y clandestino" dentro de una ciudad marcada por la represión política y espiritual del recién instalado franquismo, como explica Francis Lorenzo, sobrino de Sabino Torres y polifacética voz en off de la pieza audiovisual. Porque el actor de reconocimiento nacional también actúa en una obra que "fabula", como explicó su autor Manuel Yáñez.

Él es parte de un elenco de figurantes entre los que también están su hermano Gerardo y el propio Sabino. "Es el único film en el que actuamos los tres juntos", reconoció con gracia Gerardo Lorenzo durante la presentación del documental ante un Teatro Principal que se quedó muy pequeño para vivir el estreno.

Durante aproximadamente una hora, las historias de Sabino, Tatá y Pedro se entrecruzan con imágenes reales y ficcionadas que ambientan las anécdotas de la época, basadas principalmente en el libro de Torres "La casa de las tres columnas". Todo para sumergir al público en la Pontevedra de los años 40 y hacer un homenaje "a todas aquellas mujeres que tuvieron que vender su cuerpo".

Tras una primera parte introductora en la que se deja claro que al barrio de A Moureira"fue toda Pontevedra" y "cumplía un fin social", se inicia un segundo tramo de documental en el que la actriz Bea Campos se mete en la piel de La Mimitos para ser la protagonista de la historia de su cuadro perdido en una ciudad Bélgica y la historia inventada sobre la recuperación de la pintura.