El Consello Aberto de la Feira Franca decidió dedicar la edición de este año al bestiario, de modo que se revivirán en las calles de Pontevedra los ejemplares reales y mitológicos del medievo durante la noche del 1 de septiembre, y toda la Feira Franca, cuyo día central será el sábado 2.

El gran mercado medieval tendrá presente, como cada año, la artesanía, la gastronomía, la recreación del transporte del vino, la animación en la calle y otro tipo de actividades históricas y culturales. Sin embargo tomarán una gran importancia las bestias, tendrán un especial protagonismo en la Feira, que dará comienzo como todos los años del desfile del vino, recreando la llegada del ribeiro, desde Orense hasta Santa Clara, y de ahí a la plaza de A Ferrería. Bueyes, vacas, ovejas y otros animales son los protagonistas en esta jornada, convirtiéndose en uno de los principales atractivos de la fiesta.

Animales reales, pero también mitológicos forman parte de la edición de este año. Las cocas, los dragones o los grifos son algunos de los animales monstruosos que se podrán ver en la Feira Franca, y que envuelven esta fiesta con un sabor especial de mitología propio de la época. Pontevedra revive en las gárgolas que cuelgan de los principales edificios eclesiásticos de la ciudad, como en Santa María, esa mitología de animales, monstruos y bestias.

Al igual que en otras ediciones esta celebración lleva consigo una serie de requisitos que deben cumplir sus participantes, para mantener su carácter totalmente medieval. Alguna de estas "normas" son, sobre todo la vestimenta, sin olvidarse tampoco de todos los utensilios y materiales que se pueden utilizar para las comidas y en los puestos de venta.

Más inscripciones

Asimismo, la oficina de la Feira Franca, donde se planteaban las solicitudes de participación, cerró sus puertas el lunes registrando un nuevo éxito de inscripciones. Según los recuentos, se presentaron 120 solicitudes para instalar un puesto en los mercados de artesanía y alimentación, 135 solicitudes de la hostelería y 230 de comidas y cenas en la calle.

Estos datos, que crecen año tras año, muestran que la hostelería se consolida como un actor fundamental de la Feira Franca y también como un relevo generacional, lo que asegura el futuro de la Feira Franca.