| Pontevedra fue escenario ayer de la tradicional procesión motorizada y bendición de vehículos para festejar a San Cristóbal, patrón de los conductores. La iglesia de Mourente acogió como cada año la concentración de vehículos y después de la misa se procedió a la bendición de los camiones, turismos, furgonetas y motos que se acercaron al lugar. Tras esto, se llevó al santo en procesión por diversas calles e la ciudad y haciendo sonar los cláxones en señal de homenaje al patrón. Esta tradición busca invocar la protección del santo para los profesionales que día tras día trabajan en las carreteras.