Los juzgados y la Fiscalía están siendo inflexibles con aquellos conductores multirreincidentes a la hora de cometer delitos contra la seguridad vial y están requiriendo el ingreso en prisión de aquellos que acumulan diversas condenas.

Un caso llamativo es el que abordó en los últimos días el juzgado de guardia de Pontevedra después de que la Guardia Civil de Tráfico localizase el pasado miércoles a las tres de la madrugada a un conductor al volante de un vehículo pese a no haber obtenido nunca el permiso de conducir.

Lo sorprendente de la situación es que este hombre acumula desde el año 2014 al menos una decena de condenas por este mismo delito. Ante la reiteración en el comportamiento delictivo de esta persona, la Fiscalía solicitaba al juzgado que le impusiera una pena de 9 meses de prisión. En este tipo de casos también se está solicitando el decomiso del vehículo, aunque en esta ocasión no se determinó que el coche que conducía fuese de su propiedad ni que el titular se lo hubiera prestado con el conocimiento de que iba a ponerse al volante a pesar de no tener carné.

No es el único caso. La Audiencia de Pontevedra está rechazando peticiones de condena de numerosos conductores que han sido condenados con anterioridad en varias ocasiones y que, cuando se les imponen las primeras penas de prisión solicitan la suspensión de la condena privativa de libertad por una multa. La multirreincidencia impide esta suspensión, por lo que la Audiencia ratifica la entrada en un centro penitenciario.

En los últimos días ha trascendido, por ejemplo, otra sentencia en la que se condena a un pontevedrés a una pena de seis meses de cárcel tras ser sorprendido conduciendo pese a haber perdido el permiso por el centro de la ciudad, concretamente en la calle Augusto García Sánchez, en febrero de este mismo año.

El juzgado impone una pena de prisión después de que esta misma persona hubiera sido condenado por distintos magistrados de Vigo y Pontevedra en cuatro anteriores ocasiones en 2015 y 2016 por un delito similar. Cuatro condenas de multa que iban desde los ocho a los 16 meses de sanción económica a medida que se iban repitiendo los hechos. En esta ocasión el juzgado no solo le imponía los seis meses de prisión, sino también el decomiso del vehículo a la vista de la "nula eficacia rehabilitadora" que tuvieron las anteriores penas de multa que le fueron impuestas.