Un problema de salud del acusado impidió ayer que pudiera celebrarse un juicio por estafa por el que se sentará en el banquillo un empresario cuya firma estaba radicada en Cotobade. Se le acusa de haber recibido 73.000 y 20.000 euros para la construcción de dos casas de madera en Tomeza y Campo Lameiro que nunca llegó a construir. Se da la circunstancia de que este juicio ya se celebró, pero los problemas informáticos en la Audiencia obligaron a repetirlo de nuevo.