"No hay grandes novedades". Es la respuesta recibida esta semana por parte de la Consellería de Medio Ambiente con respecto al plan de saneamiento de la ría. Y desde abril no volvió a haber reuniones oficiales con el sector para exponer los avances, pese a que se anunció que en junio estaría listo el anteproyecto de una de las claves de todo el proyecto, el nuevo emisario submarino para diluir mejor el efluente procedente de la depuradora de Lourizán.

Según las explicaciones de hace tres meses, tendrá más de tres kilómetros y su punto final estará "todavía más alejado del actual", por lo cual no afectará a las bateas, según la consellería. También se apuntó que en junio habría resultados de varias fases en marcha, entre ellas la evaluación de las redes de Pontevedra, Poio y Marín.

La conselleira Beatriz Mato insistió en la última reunión con el sector que el anteproyecto estaría finalizado en el mes de junio. El paso siguiente será la evaluación del impacto ambiental. Tampoco se sabe nada de la depuradora de Poio, pendiente de que el Concello aporte los terrenos para su ubicación, verdadero punto de conflicto ante el rechazo municipal a unas propuestas, el desacuerdo vecinal en otras y las objeciones de la Xunta en otros casos.

Tampoco se ha resuelto todavía el futuro de la depuradora, pendiente de un plan de ampliación pero a la espera de que antes se legaliza su situación marítimo-terrestre, a la espera de una concesión por parte de Costas. Desde hace meses se tramita en Madrid la autorización para que la Xunta tenga la titularidad de esa depuradora y para poder proceder a su ampliación. Por el momento tampoco se dispone de un plan concreto para ello y la consellería argumenta que su tamaño final lo darán los estudios que se están llevando a cabo con el plan de saneamiento.