Es en cierta medida habitual que la formalidad que inunda a diario el patio de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra se vea alegremente quebrada de cuando en vez por las risas de los niños que acuden con sus escuelas a visitar el cuartel. Pero los guardias civiles del Instituto Armado reconocen que el que vivieron ayer fue un encuentro ciertamente especial. Una visita que, afirman, resultó inspiradora no solo para sus huéspedes (que llegaron a preguntarle al coronel qué pasos deberían dar para convertirse en agentes de la Benemérita), sino para el conjunto de efectivos de la Guardia Civil de Pontevedra ante el "enorme cariño" que recibieron de sus visitantes.

Se trata de los participantes en los campamentos de verano de la Asociación Special Olympics Galicia, que llegan a más de 353 personas que este verano están repartidas en varias sedes por toda Galicia, dos de ellas en Pontevedra y Soutomaior. La Guardia Civil se quiso sumar a este proyecto de vacaciones integradoras con esta visita que comenzó con el recibimiento a todo el grupo por parte del coronel jefe de la Comandancia, Miguel Estévez Lara.

La jornada, que se prolongó durante toda la mañana de ayer, incluyó después una exposición de los medios de los que dispone el Instituto Armado en la provincia, que contó con la participación de las distintas unidades que prestan servicio para la Guardia Civil de Pontevedra en sus distintas especialidades. Desde agentes del Seprona a efectivos de Tráfico, todos tuvieron representación en esta jornada, incluyendo los TEDAX, cuyo robot desactivador llamó la atención de muchos de los visitantes; o el Servicio Cinológico. Un perro experto en explosivos hizo una demostración ante el alborozo de los presentes cuando logró detectar la maleta con la carga sospechosa.

Desde la Guardia Civil explican que no quisieron dejar pasar esta oportunidad de colaborar con un proyecto integrador tan destacable como es el de la Asociación Special Olympics Galicia y esperan poder contribuir también a dar una mayor visibilidad a este colectivo. Una jornada que estuvo cargada de una gran emotividad tanto para los anfitriones como para sus huéspedes.