Ocho socios de Vaipolorío, a los que se sumaron dos voluntarios, retiraron ayer el cauce del río Gafos 150 kilos de basuras diversas (en su mayoría ropa, calzado y plásticos) y 50 de vidrio, que fue recogido aparte y depositado en contenedores para su reciclaje. Es el balance de la segunda jornada de limpieza de la que es la décimo séptima campaña de mejora del curso fluvial que lleva a cabo la asociación ecologista.

"Ahora tenemos más capacidad para ser selectivos y separar las basuras que pueden ser recicladas, antes lo hacíamos más masivamente pero ahora afortunadamente el río está más limpio y podemos hacerlo", señala Gonzalo Sancho, de Vaipolorío.

Éste se felicita porque años de trabajos han dado resultados y ahora "vas a pie avanzando y a pesar de que en estas fechas el río va tan bajo no ves nada que sobresalga, nada a la vista, lo que significa que objetivamente está más limpio".

La anécdota de la jornada fue la localización de una pieza de la suspensión de un vehículo Seat 600, muy oxidada. "Queremos pensar que asomó a la luz por alguna crecida del invierno, que haya estado varios años en el lecho del río tapada por la arena".

La pieza "estaba muy deteriorado, es muy vieja, estuvo todos estos oculta y por eso no dimos con ella, solo asomaba un hierro, tiramos de él y comprobamos que era parte de una suspensión, añaden los portavoces de la asociación ecologista".

En paralelo a una mayor limpieza del cauce, Vaipolorío también constata la cada vez más elevada concienciación ciudadana sobre la importancia de cuidar nuestros ríos. "Apareció una bolsa de comida de perro, un aporte que es reciente pero que no creemos que la hayan tirado sino depositado en una huerta del rural y el viento la fue llevando hasta el río; ahora si aparecen plásticos no es por dejadez de la gente o por aquella costumbre antigua de echar todo al río sino que los plásticos son arrastrados por el viento y acaban en el Gafos por es la parte más baja, nunca estamos notando intencionalidad".

La única nota negativa de la jornada, la aparición de una pequeña botella de agua mineral que muy posiblemente fue arrojada recientemente por una persona que paseaba por la senda del Gafos. Vaipolorío confía en que fuese un accidente porque "lo normal es pensar que quien elige este paseo es una persona con cierto gusto por el medio ambiente, personas con sensibilidad que cuidan y les gusta disfrutar de la naturaleza".