Los sabores de los distintos lugares del globo terráqueo, especialmente de aquellos en los que muchos gallegos trataron de buscar fortuna durante el siglo pasado, se dan cita estos días en la Alameda de Ponte Caldelas. Se trata de Festa do Emigrante, que acumula ya dos jornadas tras el pistoletazo de salido a este evento el viernes por la noche y que suma ya miles de visitantes.

Sin ir más lejos, desde el Concello explicaban ayer que solo en la noche del viernes hay ya constancia de que se superó ampliamente la cifra de un millar de platos servidos en los doce puestos de comida que representan la gastronomía de estos países y comunidades ligadas a la emigración caldelana. Ayer fue la jornada fuerte y de nuevo la presencia de público fue muy elevada con una ocupación total de las 1.200 sillas instaladas por el Concello para la degustación de las recetas que se ofrecen a un precio único de 5 euros, bebida incluida. Eso sí, cada puesto tiene libertad para ofertar otros platos, que acostumbran servirse también a precios bastante asequibles.

En el formato diseñado por el gobierno local de Poio se da preferencia en este evento a la hostelería local, de tal forma que solo hay un establecimiento de fuera de Ponte Caldelas. Es el Mesón Porteliña de Poio, que representa a la gastronomía de Brasil. La lista se completa con el restaurante Alalá (Venezuela), Verdugolandia (que presenta un plato uruguayo), Klimbin (Portugal y Brasil), O Recanto (Estados Unidos) y el Mesón Mexicano de Tourón.

Paralelamente, la Asociación Cultural de Chaín elabora unos callos madrileños, la asociación Aires del Norte y Olé cortan jamón, pan y ofrecen vino; y una pulpería ofrece este plato típico gallego.

El elenco se completa con un puesto solidario que elabora paella y que donará los ingresos a proyectos para inmigrantes y a Cáritas Venezuela.

El evento contó además con un invitado ilustre, el cantante Raúl que inauguró un nuevo establecimiento turístico en Ponte Caldelas.

La fiesta finalizará hoy, con una comida que pondrá el broche de oro a unas jornadas gastronómicas que esperan superar los 6.300 platos vendidos el pasado año.