"Tenemos que lavar el pelo a las clientas con tinas de agua traída de fuera y calentándola poco a poco con una cocinita portátil. Y llevamos así desde el martes. Es lamentable esta situación y ahora aún nos dicen que se va a prolongar unos días más. Y mis clientes siguen viviendo porque son unos santos, pero otros negocios están perdiendo mucho o incluso han cerrado porque no pueden trabajar si agua. A ver quién les paga estos días. Y cuanto viene el agua no tiene fuerza o no se puede calentar, y aquí en una peluquería son muchos litros los que se consumen. Yo entiendo que una avería puede ocurrir, pero una situación de este tipo deberían haberla previsto. Es mucho tiempo así".