La presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, expresó ayer su satisfacción, "en nombre de todas las mujeres que son insultadas por el hecho de ser mujeres", por la sentencia del Juzgado de Instrucción número 3 de Pontevedra que condena al ex concejal del Partido Popular de Moraña, Jorge Caldas, y el militante Daniel Monteagudo por las expresiones proferidas contra ella en el ejercicio de su cargo.

Según explicó ayer la Diputación, la sentencia considera a ambos "autores penalmente responsables de un delito de maltrato la autoridad con las penas, a cada uno de ellos, de un mes de multa con responsabilidad penitenciario subsidiaria de un día de privación de libertad por cada dos de impago, y con la imposición del pagado de las cuestas procesales".

Silva explicó que "aunque las diligencias previas se incoaron por un delito de injurias graves con publicidad a autoridad pública", fui ella quien cursó instrucciones concretas al asesor jurídico de la Diputación, ante "el reconocimiento de los hechos de los denunciados en las declaraciones en fase de instrucción, para buscar, a ser posible, una penalidad mas leve", pues nunca estuvo en su intención ejercitar una suerte de venganza punitiva poco acorde con su "carácter" y con su manera de entender el ejercicio de la actividad política.

Aun así, la presidenta provincial destacó que "con esta sentencia se cerrará un incidente tan grave como desagradable", que ella tenía la voluntad de "no dejar pasar con la única finalidad de desaconsejar conductas análogas que en el futuro habrían podido producirse". "Para eso tuvimos incluso que recurrir la Audiencia Provincial en recurso de apelación para que revocase la decisión del archivo de la causa", recordó Silva.

Para la presidenta: "Nada justifica el insulto, y mucho menos insultos tan graves y vergonzosos como los que tuve que sufrir, simplemente por el hecho de ser mujer. Quiero dejar muy claro que son miles de mujeres las que están soportando episodios parecidos, pero que no tienen la oportunidad de decirlo con la repercusión que yo tengo por ser cargo público. Por eso yo tenía el deber de llegar hasta el final en este lamentable asunto".