Segunda jornada del juicio contra David Oubel, acusado de asesinar a sus dos hijas en Moraña en julio de 2015, una sesión que está siendo protagonizada por las declaraciones de los peritos. Concretamente, en la mañana de hoy ya han comparecido los forenses que practicaron la autopsia a los cadáveres de las menores y que confirmaron que los medicamentos suministrados por el agresor no hicieron del todo efecto en una de las niñas, Candela, la mayor que, de hecho, "intentó escapar" de su padre cuando este la atacaba para quitarle la vida usando una sierra radial.

Los forenses justificaron este hecho en las "múltiples acometidas" que presentaba la niña, con hasta "diez heridas distintas en distintas direcciones". Con todo, como ya había adelantado el fiscal en la jornada de ayer y pese a estas señales de lucha, los forenses confirmaron que la menor tan solo logró "soltarse parcialmente" de una de las manos dado que mantenía la otra atada. Para el fiscal, este hecho unido a la presencia de los fármacos hacía que la capacidad real de defensa de la niña frente al ataque no fuese efectiva.

En el caso de la más pequeña, Amaya, los fármacos sí hicieron efecto y no hay señales de que hubiera ningún tipo de defensa. Los forenses también confirmaron que el acusado usó dos armas, un cuchillo y que probablemente tuvo que dejar de utilizar tras engancharse en los jirones de la ropa de la mayor de las niñas.

Esta mañana también declararon los peritos que analizaron el estado psiquiátrico del acusado quienes confirmaron que no encontraron ningún tipo de patología psiquiátrica en el acusado que pudiera afectar a su estado mental y destacaron los rasgos "narcisistas y psicopático" de la personalidad del acusado.