Un recluso condenado "en multitud de ocasiones" por tráfico de drogas se enfrenta a una petición de cinco años de cárcel por parte de la Fiscalía por continuar con su actividad dentro de la prisión de A Lama.

Concretamente, según la Fiscalía, este recluso fue sorprendido suministrando a través de un sistema conocido como "carro" que está fabricado con sábanas del propio penal dos comprimidos de rivotril y diazepam a otro interno.