Las últimas semanas han sido una vorágine de trabajo para Joaquín Fabeiro, que ahora ve recompensado todo el esfuerzo de los suyos con la celebración del Encontro de Embarcacións Tradicionais, que por segunda vez acoge Combarro.
-El Encontro ha llegado a su ecuador y parece que está saliendo todo a pedir de boca.
-Bueno, siempre puede ir mejor, pero es cierto que la gente está contenta. Desde la organización siempre piensas que pueden salir las cosas mejor. El tiempo está siendo un factor que nos está descolocando un poco. Pero tenemos que fiarnos de las predicciones meteorológicas aunque luego no se den.
-Tiene que ser un orgullo ver ya cómo rueda un evento que les ha llevado muchísimo trabajo.
-Por supuesto que sí. Es que hace justo un año se formó la comisión organizadora, con personas de Culturmar, A Reiboa y el Concello de Poio. Pero llevamos todavía más trabajando. Son horas y horas, rondas de reuniones, pedir financiación...
-¿Está sirviendo este evento para demostrar a las administraciones que el patrimonio marítimo y fluvial sí interesa?
-Yo creo que sí. Aunque he de decir que todo esto no sería posible sin la financiación de esas administraciones. Apuestan por esto, aunque pueden hacerlo todavía más. Sin embargo, estas iniciativas están siendo fomentadas por el trabajo de numerosas asociaciones sin ánimo de lucro. Y eso es lo que no puede ser. Tenemos que lograr cambiarlo.
-¿La respuesta del público asistente está siendo buena?
-Desde luego la gente responde. No sé si todas a propósito, pero sí veo que están llegando muchísimas personas a ver las actividades del Encontro. Y que gusta y llama la atención. El jueves tuvimos que pedir a la gente que abandonase las carpas y cerramos casi media hora después por ese motivo. Querían seguir viendo lo que ofrecíamos.
-Para apostar por el patrimonio marítimo hay que ver la posibilidad de que sea rentable económicamente. Y ustedes defienden fervientemente que puede serlo.
-Por supuesto que sí. Es que hay muchas oportunidades en este sector que no se están explotando. El sector turístico tiene aquí mucho potencial. Es cierto que ya hay negocios y se demuestra que funcionan, pero todavía no se ha apostado verdaderamente por las embarcaciones tradicionales.
-El Encontro cuenta con 1.000 participantes más el público asistente. ¿Hay una mejor forma de publicitar Combarro, Poio y el trabajo de A Reiboa?
-No me gusta hablar mucho de publicidad y visitantes. Eso se lo prefiero dejar a los técnicos de Turismo. Pero es evidente que genera un retorno económico importante. Al final Combarro es una villa compacta, que hace de marco incomparable. Es un conjunto histórico ligado íntimamente al mar. Y en A Reiboa somos unos atrevidos. Por todo eso Combarro es el primer puerto que repite como organizador de este evento.
-Después de esto, aun les queda muchísimo por trabajar por llegar adonde quieren.
-Evidentemente. Después del Encontro tenemos que seguir trabajando. Pero esperemos que esto sirva para que algún dirigente político y mucha gente se enganche al sector patrimonial del mar. Creemos que después de cada Encontro damos siempre un paso hacia delante. Y una vez más, esperemos que así sea.
