Paz en los muelles hasta el 30 de septiembre. Sindicatos de estibadores y patronal Anesco alcanzaron ayer un "principio de acuerdo" que pone fin al conflicto abierto hace cuatro meses y permitió desconvocar los paros aún programados en los puertos previstos para mañana y cuatro días de julio. En virtud del acuerdo, los sindicatos (Coordinadora de Trabajadores del Mar, UGT, CC.OO., CGT y CIG) y la patronal fijaron las líneas básicas para sentarse a negociar un nuevo convenio para el sector, tras ceder ambas partes en sus pretensiones iniciales.

Por un lado, los trabajadores se comprometieron a desconvocar los paros aún previstos y a garantizar la estabilidad en el sector en tanto se desarrolla esta negociación, mientras que, por su parte, las empresas garantizan la subrogación del colectivo de estibadores.

Con este pacto acaba el conflicto que surgió cuando a comienzos del pasado febrero el Gobierno emprendió la reforma del régimen legal de la estiba con el fin de liberalizar el sector y adecuarlo a la normativa europea para evitar una multa de la UE. No obstante, una vez aprobada esta reforma en mayo, el conflicto se trasladó al ámbito de la negociación colectiva y en junio desembocó en un calendario de paros en los puertos, que se extendieron así casi un mes y causando pérdidas de 150 millones de euros, según Fomento.

Por las explicaciones ofrecidas por Antolín Goya, líder del sindicato mayoritario en el gremio Coordinadora, al término del encuentro con la representación empresarial, el acuerdo fue posible gracias a que ambas parten cedieron en parte de sus pretensiones iniciales y al cambio de postura de la patronal después de que la pasada semana varias empresas dejaran la asociación. Así, los empresarios se avienen a subrogar a los estibadores antes de acometer un ajuste en este colectivo a través de prejubilaciones voluntarias. Hasta ahora, condicionaban la subrogación a acometer primero la reducción de plantillas.

De su parte, los sindicatos renuncian a su pretensión de que las empresas se comprometan a participar en los centros portuarios de empleo (CPE), las nuevas ETT's en que se pueden convertir las sociedades de gestión de estiba portuaria (Sagep), las firmas de las que hasta ahora dependían todos los estibadores y monopolizaban la estiba, que desaparecen tras la reforma. Además, los estibadores aceptan que se acometa un ajuste en las plantillas de aquellos puertos en los que haya excedentes mediante prejubilaciones voluntarias. También ratifican su compromiso de reducir un 10% sus salarios y pactar con las empresas medidas operativas y de organización de trabajo e incluso de sus turnos para mejorar la competitividad de los puertos.

Hasta el 30 de septiembre

Una vez determinados estos aspectos básicos, las dos partes convienen en sentarse a negociar su desarrollo para definir un nuevo convenio colectivo para el sector, adaptado a la reforma aprobada por el Gobierno. Los sindicatos se comprometen a garantizar estabilidad y paz social en los puertos hasta que se defina el convenio, que confían tener listo para el 30 de septiembre. La próxima semana mantendrán una primera reunión para determinar el calendario de negociación y los distintos temas a tratar.