Maersk quiere marcharse definitivamente de Vigo. Hace más de un año que esta naviera trasladó a Marín parte de los tráficos que operaba en exclusiva en Guixar provocando que la terminal viguesa cerrase 2016 con una caída del 17% en número de contenedores y la vecina batiese un récord de crecimiento con un 57%. Pero el planteamiento actual de la líder mundial en el transporte marítimo de mercancías pasa por suprimir los dos únicos barcos que atracan en los muelles vigueses: el de la línea regular con Algeciras y el de la escala compartida con Marín. De esta manera, la marcha de Vigo de la armadora danesa sería completa, y no parcial como hasta la fecha. Al presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, Enrique López Veiga, las decisiones de Maersk le preocupan bastante menos que cuando el 31 de mayo del año pasado recortó su actividad en Guixar para derivarla a Marín. "Pues que se vaya. Ya hemos aprendido a convivir sin Maersk", recalcó.
Como era de esperar, el primero en conocer los nuevos planes del gigante danés ha sido la compañía que gestiona la terminal de contenedores marinense, Pérez Torres. En virtud de una subasta de tráficos que perdió la terminal de contenedores de Vigo (Termavi, del Grupo Davila), la compañía marinense había firmado con la naviera un contrato de un año de duración que expiró en mayo pasado. Desde entonces, este acuerdo sigue prorrogado pendiente de que sustancie en un nuevo contrato, de mayor envergadura que el actual por la inclusión de los tráficos de Vigo.
Pérez Torres da por hecho el desembarco total de Maersk en Marín, así que se ha volcado en preparar su recinto. Como primer paso ya inició los trabajos vinculados a la instalación de las conexiones eléctricas para enchufar los contenedores refrigerados. Esta clase de depósitos que mayoritariamente llevan pesca congelada son los que Maersk decidió en el último año descargar solo en Vigo, dejando Marín para el resto, los de carga seca.
Concesión "insuficiente"
Sin embargo, la terminalista de Marín necesita bastante más que enchufes para atender los volúmenes de contenedores en caso de fructificar el plan de la naviera de centralizar allí todos los tráficos de Galicia. La superficie actual de la concesión de Pérez Torres "es insuficiente", apuntan a FARO fuentes conocedoras del planteamiento de la armadora. Estas mismas fuentes aseguran que la reducida amplitud de su recinto "es el principal" obstáculo que impide en estos momentos a Pérez Torres cerrar el acuerdo con el gigante danés. Aunque la empresa de Marín ya trabaja en varias alternativas, entre ellas, hacerse con una parte de la concesión contigua perteneciente al GrupoNogar.
Desde Maersk guardan silencio. Este periódico se dirigió ayer a la compañía para que explicase el alcance de su próxima reorganización de tráficos en Galicia, pero no obtuvo respuesta. La naviera tampoco ha comunicado nada al respecto a sus clientes de Vigo. "No nos sorprendería, aunque MSC ya está cubriendo parte del hueco que dejó Maersk", coinciden varias empresas consultadas. Como indican las estadísticas que maneja el Puerto de Vigo, la italiana MSC ha ido aumentado sus movimientos de mercancías en Vigo hasta un 51%, y ya es la primera en el movimiento de contenedores.
Apoyándose en estos datos, el presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo descarta que la marcha total de Maersk provoque un dilema traumático para los clientes de su ámbito representados sobre todo por las industrias pesqueras. "El empresariado vigués tendrá que decidir si quiere recibir los contenedores por Vigo o por Marín. Afortunadamente la competencia es buena por lo que no dudo que habrá navieras, como ya hay, capaces de captar a los clientes que perderá Maersk", razona.
Sin infravalorar el impacto causado por el recorte de operaciones de Maersk en Vigo que redujo el volumen total de mercancías en torno a un 6%, Enrique López Veiga insiste en que causa un daño mayor el desvío de tráficos a Portugal por las trabas que sufren los importadores en el PIF de Guixar. "Además hemos aprendido a convivir sin Maersk. El Puerto de Vigo no se va a morir sin esta naviera; seguirá resistiendo. Así que si quiere irse, que se vaya", zanjó.
