El responsable del corte y suministro de los servicios de luz y gas, Gas Natural Fenosa, informó ayer a FARO de que el tiempo empleado para cerrar el escape "fue el normal". Según destacaron fuentes de la empresa, la llamada que puso en sobreaviso de la situación se gestionó desde el Centro de Atención de Emergencias en Madrid, "siguiendo el protocolo habitual", pero "inmediatamente" se avisó al Servicio de Técnicosde Pontevedra. "Tenemos un servicio en cada una de las grandes ciudades e incluso en algunas villas", explican.

La llamada de aviso entró, según la compañía, a las 10:07 horas y a las 10:44 el equipo de técnicos llegó a la calle Río Oitavén. "Salieron desde Pontevedra", confirmó Gas Natural.

Una vez los técnicos estuvieron en el lugar, tardaron "36 minutos en establecer la zona en seguridad". Esta nomenclatura la emplean para definir la ausencia de peligro en un lugar intervenido. "Se buscaron las válvulas del sector y se ejecutó el cierre de las necesarias", indicaron antes de recalcar que después de eso "hay que esperar en torno a 15 ó 20 minutos para que desaparezca el gas residual".

"No fue una hora, como se ha dicho por ahí, sino que se tardó lo normal", recalcaron desde la empresa, que además quiso incidir en que los técnicos que acudieron "conocen perfectamente la zona".

Finalmente el corte de gas afectó a 180 clientes y el de luz, cuyo suministro se eliminó también de forma preventiva, a 300.

Precisamente en este sentido, el alcalde de Poio, Luciano Sobral, mostró su "extrañeza" por el tiempo empleado para cortar el suministro de gas. El regidor aseguró tras hablar con los agentes que el corte "se hizo desde la central de Madrid". "No soy técnico, pero entiendo que tendría que haber más agilidad a la hora de cortar. Estuvo en torno a una hora abierto", aseguró.

Mientras, efectivos de la Policía Local y de Bomberos del Salnés también confirmaron que la empresa encargada tardó "más de una hora en cerrar el suministro".