En la parada de autobuses hacia Marín de la Praza de Galicia, a mediodía de ayer había decenas de personas aguardando por el transporte público, la mayoría de ellas ajenas a la huelga del sector.

El caso es que si los autobuses en este punto hacen parada aproximadamente cada veinte minutos, ayer no se vio ni uno. "Yo llevo aquí más de dos horas. No sabía que había huelga", confesaba uno de los viajeros. Del mismo modo se manifestaba una mujer que acaba de llegar hacía media hora y a la que le extrañaba la impuntualidad del autobús.

La falta de información fue la principal queja de los usuarios ayer, que se encontraron con situaciones con las que no contaban y sin soluciones con las que hacerles frente.

Otros de los afectados por la huelga fueron los funcionarios que trabajan en Pontevedra y proceden de otros puntos de Galicia, así como los que vienen a trabajar a la ciudad, que utilizan autobuses. Un grupo de ellos se encontraba ayer indignado en la Praza de Galicia, donde se había citado para poder ir a Ourense. "Pues te tienes que buscar la vida, porque hay mucha desinformación y nadie nos dice nada", se quejaban. Finalmente, decidieron realizar el viaje entre todos con un vehículo particular.

Lo cierto es que, salvo en la estación de autobuses, y solo uno en la entrada principal, no había ningún otro cartel sobre la huelga que diese una pista a los viajeros, por lo que es muy probable que la situación de caos e ignorancia se repita hoy de nuevo. "La culpa, en ese caso, es de las empresas, que son quienes tienen que informar", se defendían los sindicatos ayer.