Barro ya vive por los cuatro costados una nueva edición de su Festa do Viño. Después de un jueves inaugural con una fiesta infantil y la actuación en el Pazo da Crega de Galifunk y Son das Tabernas, ayer tuvo lugar el pistoletazo oficial a un fin de semana de celebración.

El municipio cerró ayer su día de festivo local con una noche muy larga. Poco antes del anochecer, en torno a las 21 horas, quedó inaugurada la XII edición del Certamen de Vinos de Denominación de Orixe Rías Baixas, que permite a los asistentes catar las múltiples variedades que se presentan a concurso.

Luego fue el turno del pregón, que este año corrió a cargo del profesor Ángel Alfonso Piñeiro. Durante su discurso, el docente apeló a la actividad social y cultural del municipio y, por supuesto, a un mundo vitivinícola al que se encuentra muy ligado.

Tras el discurso que supuso el inicio institucional de los festejos se abrió el Túnel do Viño y la cata popular, paralelamente a la música de Pelepau. Fue entonces cuando Barro se entregó definitivamente a su fiesta más reconocida, que este año cumple su 38ª edición. Y lo hizo en una primera noche de verbena con las orquestas Aché y Ritmo Joven ofreciendo el atractivo para quedarse bailando y disfrutando hasta altas horas de la madrugada.

De este modo, pese a que la primera noche fue larga, las festividades continúan tanto hoy como mañana. En esta jornada no habrá actividad hasta las 19:30 horas, cuando está prevista la apertura de la exposición del XII Concurso Imaxes de Barro. Media hora después será el turno de la Coral Polifónica de la localidad. Su actuación es la previa al inicio de otra verbena, en este caso amenizada por las orquestas Capitol y Ritmo Noche.

Ya para mañana quedará el gran cierre final de la fiesta, con el Certamen de Pintura, la Xuntanza de Motos Clásicas, la cata de albariños, la sardiñada, la entrega de premios y, por último, el broche final con el concierto de A Roda y la Banda Xuvenil de Barro.