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Un uno por ciento de los pontevedreses convive con la enfermedad celíaca

Una persona que hace dieta sin gluten gasta 1.400 euros más de media al año

Participantes en la jornada sobre la enfermedad celíaca, ayer, en O Gorgullón. // Rafa Vázquez

Un uno por ciento de la población presenta celiaquía o la enfermedad celíaca. Un porcentaje que la Asociación de Celíacos de Galicia, Acega, considera elevado, ya que sumaría 27.000 gallegos. "Es una prevalencia grande", asegura María Teresa García Fernández, presidenta del colectivo, que ayer estuvo en Pontevedra para participar en la jornada "Vida Saludable", organizada en el Local Social do Gorgullón bajo el título "A enfermidade celíaca e a dieta sen glute". El encuentro también contó con la participación del presidente de la Cooperativa Agraria Provincial da Coruña, José María Calo Faraldo, y el propietario de un conocido restaurante italiano de Pontevedra, Francesco Iannelli.

La principal reivindicación de las personas con celiaquía es "poder hacer una vida social normal". Por ello, Acega ha centrado su nueva campaña en la restauración, "para que las personas celíacas puedan ir a comer fuera de casa, con seguridad", explica María Teresa García. La contaminación entre productos aptos para celíacos y otros que no lo son es el gran caballo de batalla en este caso.

Comer fuera con seguridad

"El objetivo que tenemos este año es la formación de todas las personas del sector hostelero para que los celíacos puedan realizar su dieta con seguridad y puedan salir a comer fuera de casa", señala. Esta formación, cuando se trata de cadenas hosteleras o de restauración se lleva a cabo a través de la Federación de Asociaciones de Celíacos de España, Face. A nivel autonómico, Acega trabaja con empresas que realizan análisis de los productos para comprobar si son adecuados.

La clave para evitar la contaminación radica en evitar el uso del mismo aceite, no utilizar los mismos cubiertos y cuidar al máximo la manipulación de los productos. "Por un poquito no pasa nada, te dicen, pero son muchos poquitos continuados que pueden provocar daños a un intestino que ya estaba recuperado, se pueden asociar enfermedades inmunológicas, diabetes, tiroides? o puede haber una prevalencia mayor de cáncer. Puede haber muchas consecuencias", advierte la presidenta del colectivo gallego.

Los colegios, por ejemplo, están obligados a ofrecer en sus comedores escolares dieta sin gluten para los niños, de ahí que los catering contratados deben contar con trabajadores que hayan recibido la formación previa adecuada. En este sentido, María Teresa García reflexiona que lo más adecuado sería adaptar los menús a alimentos en común, como caldos, que evitan que los menores coman de forma diferente, salvo en el pan.

La asociación quiere destacar que una persona celíaca "es una persona totalmente normal y sana mientras haga su dieta". "Nuestro tratamiento es una dieta estricta. Nosotros no tenemos un jarabe ni una vacuna", recalca.

La intolerancia de los celíacos al gluten hace muy difícil su alimentación sin supervisión, ya que son numerosos los alimentos que tienen entre sus ingredientes harinas o féculas, que pueden ser de trigo, centeno, cebada o avena. "Es importante seguir la lista de alimentos que edita la Face todos los años. Nosotros en la asociación enseñamos a la gente a ver las etiquetas", informa María Teresa García.

Varios en la misma familia

La enfermedad celíaca incrementa en unos 1.400 euros aproximadamente al año el gasto en alimentación de la persona que la tiene. "Al tener una predisposición genética, en una misma familia puede haber desde un celíaco hasta cuatro. Es un gasto enorme", indica. Este gasto se refiere a los productos especiales, cuya materia prima sustituye las harinas tradicionales por otros ingredientes aptos. "Los precios están bajando porque cada vez hay más competencia", celebra la presidenta de la Acega.

Entre otras cuestiones, Acega ofrece en su página web información sobre los restaurantes que incluyen menús libres de gluten, con un apartado especial para las personas que realizan el Camiño de Santiago.

Uno de ellos es el restaurante "Il Piccolo", del napolitano Francesco Iannelli, que participó ayer en la jornada organizada por Acega y el Concello de Pontevedra. En su restaurante utiliza una pasta propia de granos que le permiten ofrecer casi toda la mayoría de su menú adaptado para las personas con celiaquía.

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