Los fondos que anualmente otorga el Concello a la asociación Amigos de Galicia para atender necesidades básicas de familias sin recursos del municipio, se incrementan en esta ocasión en un 50%, de 10.000 a 15.000 euros.

Uno de los trabajos más intensos del colectivo comienza precisamente ahora, en verano, con el cierre de los comedores escolares a los que acuden estos menores y que se quedan sin el servicio en vacaciones. Amigos de Galicia suple esa carencia con el reparto de alimentos entre estas familias. El pasado verano fueron atendidos al menos 108 niños de 46 unidades familiares.

La compra incluye productos frescos y de primera necesidad adquiridos en un supermercado local y se realiza en función del número de miembros de cada familia. De este modo, según destaca el Concello, el objetivo es que todos los niños puedan comer en sus viviendas con sus padres y hermanos "sin tener que desplazarse a ningún comedor escolar, evitando así la visibilización de la pobreza".

Hace unos meses, Amigos de Galicia abogaba por este aumento de recursos, a raíz de los resultados de las encuestas realizadas a los usuarios. También se apuntaban cambios, entre ellos, el "incremento de las verduras y las frutas, y la sustitución de las salchichas de vacuno por salchichas de pollo y pavo pensando en la alimentación infantil. También se detectó una demanda de huevos, aceite, carne, conservas, chorizo y queso".