La calle Benigno Esperón comenzará su proceso de humanización antes del otoño. Así lo anunciaron ayer el alcalde de Poio, Luciano Sobral, y la presidenta de la Diputación, Carmela Silva. Este proyecto de mejora se financiará a través de 136.321 euros que la institución provincial otorga al Concello sin ningún tipo de interés.

El proyecto ya se encuentra en fase de licitación y está previsto que arranque "antes de finalizar el verano", ya que tan solo queda por conceder la obra a las empresas que se presenten al proceso de adjudicación.

Este plan prevé una reforma "integral" de la calle Benigno Esperón, ubicada en la zona de Ferreirós. La iniciativa pasa por realizar un cambio en la red eléctrica y el alumbrado público, modificar las redes de saneamiento, ya antiguas y, por último pavimentar. El objetivo es "ganar algo más de ancho en las aceras" y ofrecer un entorno más "humano" como explicó Sobral.

El Concello deberá amortizar este anticipo concedido por la Diputación en un plazo de 15 años, con tasas anuales de 9.088 euros que no incluyen juros.

Aceras de Campelo

Por otro lado, tanto la presidenta como el alcalde informaron que durante la reunión de ayer no trataron el proyecto de mejora de la seguridad vial de Campelo, pero destacaron que es un tema que tienen en agenda.

La presidenta Carmela Silva prometió "actuaciones" en la parroquia porque "tras años de palabrería y promesas incumplidas, esta Diputación actuará enserio con un compromiso".

Silva destacó "el trabajo" de Sobral a la hora de cerrar cesiones de terrenos, algo que el PP de Poio criticó al entender que el bipartito "genera parálisis esté quien esté en Xunta y Diputación".