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El declive del viejo motor comercial pontevedrés · La situación en las proximidades del Mercado

Alquileres a 1.000 euros y jubilaciones elevan al 25% los locales cerrados en la zona monumental

-La asociación de comerciantes del casco histórico cree que las rentas mensuales no deberían superar los 400 euros -El Concello apuesta por fomentar el relevo generacional y el nexo con el sector primario: la Plaza de Abastos

Fachadas tapiadas, carteles de se alquila o se vende, anuncios de "Cerrado por jubilación"... La zona monumental de Pontevedra adolece y tanto los propios comerciantes como el Concello son conscientes de ello. Tanto mano a mano como por separado intentan dar un empujón al que fue, en una época no tan lejana, el motor comercial de la Boa Vila. Los grandes escollos son los precios altos de alquileres, de una media de 1.000 euros por un local de unos 100 metros cuadrados, y la falta de relevo generacional. El resultado es que un 25 por ciento de los negocios están vacíos en el casco histórico, según datos aportados por el Centro Comercial Urbano Zona Monumental, CCUZM.

Todos los esfuerzos se centran, por ahora sin mucho éxito, en poner fin a la diferencia de afluencia de público entre las plazas más frecuentadas de la zona monumental, como A Ferrería, Verdura, Méndez Núñez y A Leña, y la zona "T" que lleva a la Plaza de Abastos, la conformada por las calles César Boente y Sierra. Son tan solo unos metros de distancia, lo que quizá deja en evidencia todavía más esa desigualdad.

"El problema es que estamos hablando de propiedades privadas, por lo que el precio de los alquileres los ponen los dueños. Algunos no se han adaptado a las circunstancias y se mantienen alquileres altos para la situación en la que estamos", informa Miguel Lago, presidente del CCUZM.

En este sentido, destaca que se pide una media de 1.000 euros por bajos de poco más de 100 metros cuadrados, "una cantidad impensable para alguien que está iniciando un negocio". "Les tenemos dicho que los bajen, que 400 euros sí es una cantidad asumible por un emprendedor, pero nos responden con frecuencia que para eso prefieren tenerlos cerrados", se lamenta.

Junto con los elevados precios de algunos alquileres, el pontevedrés destaca el hecho de que muchos de los responsables de negocios históricos en la zona vieja se han jubilado y no se ha producido el relevo generacional que tenía lugar antes. "Sus hijos han iniciado otro tipo de vida y no quisieron continuar los negocios de sus padres, y eso que la Xunta y el Concello están fomentando este relevo, pero es algo difícil dada la situación actual, de alta competitividad y bajo consumo", explica.

"El riesgo no está entre los gallegos. Hay un índice muy alto de personas que quieren ser funcionarias, no empresarias. Ser emprendedor es difícil. No hay vocación de riesgo y, a mayores, se inician negocios sin un estudio previo", puntualiza.

Miguel Lago destaca que la mayoría de los productos que se venden en la zona monumental son fabricados en España. "Eso es algo importantísimo, tanto para la economía española como la autonómica. Por eso la Xunta apoya el relevo generacional", subraya.

Otras cuestiones que están dificultando el impulso a determinadas zonas del casco histórico son las relacionadas con las herencias, que terminan con bajos y edificios enteros cerrados. "Los hijos, primos, que han heredado no tienen por qué tener buena relación y no hay posibilidad de acuerdo", indica el presidente del CCUZM.

La asociación confiesa que intenta siempre persuadir a los propietarios para que mantengan los locales alquilados, "porque, de lo contrario, se perjudican a ellos mismos y al barrio". "Lo que queremos es que se agilice, que no haya locales vacíos, pero es un consejo, porque la propiedad privada es privada...", puntualiza.

"La pregunta es: ¿cuántos están sin alquilar y a precio de mercado? ninguno", se queja Miguel Lago.

Esfuerzo en la promoción

Pero no todo son malas noticias. En la calle Sierra hay una clínica dental a punto de abrir y otro local pendiente de licencia de obra. En esta línea se centra el esfuerzo de la Concellería de Promoción Económica del Concello de Pontevedra, con Anabel Gulías al frente, que trabaja por dinamizar el casco histórico, especialmente la citada zona "T" de la Plaza de Abastos.

"Hay cuestiones que se van del ámbito municipal, como es el sector privado, y por más que nos esforcemos no podemos hacer que bajen los precios de los alquileres ni debemos meternos en esa área", reconoce la concelleira.

Sin embargo, el Gobierno local tiene previsto reeditar el acuerdo con la asociación de autónomos de Pontevedra, APE, para favorecer el contacto entre las personas que están interesadas en emprender y aquellas que van a iniciar su jubilación.

"Ya se hizo el año pasado, y aunque tuvo algún caso de éxito, queremos seguir trabajando en el mismo campo", indica.

La calle César Boente preocupa especialmente al Concello, que tiene planificada la rehabilitación integral de esa zona. Lo hará fomentando actividades de tipo artístico y creativas como el Sétima Feira, una iniciativa que busca revitalizar las cercanías del Mercado creando un escenario comercial y cultural en el que conviven moda, gastronomía, música, artes plásticas y animación.

"Yo apostaría por una conexión con el Mercado. El sector primario y su desarrollo, a través de iniciativas gourmet como la feria Etiqueta Negra, encajan bien. Además, uniría creatividad, diseño y hostelería. Si se consiguiese esa mezcla, sería una calle muy peculiar dentro del ecosistema dentro de la zona vieja y daría un buen resultado", concluye Gulías.

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