Al margen del proyecto de mejora de seguridad vial en la parroquia de Campelo, que sigue en punto muerto, el Concello también trabaja en terminar de unir Lourido con A Seca a través de una senda peatonal por la costa.

El gobierno local ya cuenta con el anteproyecto redactado y los permisos de Portos y Costas aprobados. Según las estimaciones, el plan costará unos 400.000 euros para los que tendrá que buscar financiación con la Diputación en un convenio que suele seguir la fórmula de 70-30. El 70% sería financiado por la institución provincial y el porcentaje restante, con dinero de las arcas municipales.

El elevado coste del plan se explica por la necesidad de ampliar la carretera en una zona concreta y modificar los muros contra la playa de Campelo, que no cuenta con unas escaleras y es una zona de difícil acceso. Precisamente para que sea más "accesible y cómodo", el Concello propondrá esta mejora, que atañe a un tramo de unos 200 metros en el que la ausencia de aceras obliga a los peatones a invadir la carretera.

De este modo, Poio continúa dando pasos hacia un proyecto final que ambiciona unir por la costa la frontera con Pontevedra hasta Combarro con un acceso peatonal continuado. Para ello, desde el gobierno municipal informan de que se trabaja poco a poco en la consecución de los terrenos necesarios a ambos márgenes de lo que sería el camino.