Preocupante aumento de los delitos de odio que se registraron el pasado año en la provincia de Pontevedra, según las estadísticas hechas públicas por Interior. Los datos indican que a lo largo de 2016 se duplicaron este tipo de ilícitos con respecto al ejercicio anterior al detectarse un total de 24 posibles delitos, frente a los 12 del ejercicio anterior.

Pontevedra desbanca así a A Coruña (22 delitos) como la provincia gallega que registraba más delitos en los que la víctima es hostigada por su raza, orientación e identidad sexual, religión, creencias, discapacidad o incluso por su condición social. En Ourense y Luego se registraron 11 y 3 respectivamente. Con todo, los 24 delitos detectados en Pontevedra apenas suponen el 2% del total de los más de 1.200 incidentes registrados en el conjunto del Estado.

El racismo y la xenofobia son las principales causas de los delitos de odio en Pontevedra. De los 24 hechos conocidos por las Fuerzas de Seguridad, un total de 10 tenían como transfondo la raza y el origen de la víctima. En 2015 tan solo se habían registrado 4 denuncias de carácter xenófobo.

También resulta preocupante el incremento de los casos de hostigamiento o acoso por motivos ideológicos. Los dos casos de 2015 se convirtieron en 8 el pasado año. También se registraron dos incidentes de carácter homófobo o en los que las víctimas fueron atacadas por su orientación o identidad sexual y cuatro en los que la motivación del ataque se debía a que las víctimas eran personas con algún tipo de discapacidad. No se registraron casos de antisemitismo, ni de discriminación por razones sexistas así como tampoco por motivos religiosos. Tampoco hubo episodios de aporofobia, es decir, maltrato a personas simplemente por el hecho de ser pobres.

La Policía llegó a identificar a 16 víctimas de estos ataques y a esclarecer el 50% de los hechos investigados, un total de 12, que se saldaron con cinco personas detenidas en aquellos incidentes que tenían mayor gravedad.

De los cinco detenidos o investigados dos lo fueron por ataques a personas que sufrían algún tipo de discapacidad y los otros tres tenían un trasfondo homófobo, racista e ideológico, respectivamente.

Aunque a nivel estatal en 2016 descendió el número de delitos de odio conocidos, lo cierto es que en Pontevedra es el tercer año consecutivo en el que crece, una tendencia que ya vaticinó la Fiscalía de Pontevedra en su memoria anual de 2016 al señalar que internet o las redes sociales son campos abonados para la proliferación de este tipo de delitos de odio.

La propia Fiscalía estableció recientemente estos ilícitos como tema de obligado tratamiento en sus memorias y cuentan con un fiscal especializado en su seguimiento en cada provincia. También la Policía Nacional cuenta desde 2014 con un protocolo de actuación ante este tipo de delitos. En este sentido, animan a cualquier persona que pueda ser víctima de hostigamiento, acoso o vejación como consecuencia de su raza, religión, ideología, orientación sexual, o condición a que denuncie cualquier incidente, incluidos aquellos insultos de carácter xenófobo o racista dado que también pueden se delito.