Sanidade ya tiene en marcha los análisis periódicos del estado de las aguas de baño en las playas de la comarca, tanto interiores como marítimos. Estos primeros estudios, cuyas muestras se tomaron en la última semana de mayo, no detectaron problema alguno en ninguno de los 48 puntos revisados: 19 arenales de Sanxenxo, cinco 14 de Poio, cinco de Marín, otros cinco en Cotobade, dos en Vilaboa y uno en A lama, Ponte Caldelas y Pontevedra.

Esta campaña 2017 que se suele prolongar hasta octubre, comienza con un censo oficial de 51 playas y la tónica dominante es que la calidad de sus aguas es "excelente", una calificación que alcanzan 40 de las 51 playas, en función de los resultados de 2016 y años anteriores.

En cambio, las de Lérez y Nanín, en Pontevedra y Sanxenxo, aún cuentan con el cartel de "insuficiente" y no han entrado en esta primera jornada de análisis. Una nota similar tiene Raxó, en Poio, pero sí fue revisada en 22 de mayo, sin detectarse ningún problema.

Sanidade identifica como "aguas de baño" la mayor parte de playas, costeras o interiores donde "se prevea que pueda bañarse un importante número de personas" siempre que no exista una prohibición permanente o advertencia parecida. Su vigilancia sanitaria se lleva a cabo mediante una inspección y muestreo periódicos de sus aguas, que lleva a cabo el cuerpo de farmacéuticos inspectores de salud pública durante la temporada de baño, que se establece del 1 de junio al 30 de septiembre (si bien los análisis comienzan antes y se prolongan también más allá de la fecha límite). En las muestras se analizan los parámetros microbiológicos Escherichia coli y enterococos intestinales en el Laboratorio de Saúde Pública de Galicia. Si en un muestreo de un control puntual se encuentran valores superiores a 1.500 UFC/100mL de cualquiera de los dos parámetros, se considera que existe un episodio de contaminación y se desaconseja el baño.