El Concello retiró en la mañana de ayer la estatua de Francisco Asorey, dedicada al filántropo Manuel Cabanelas y ubicada en los jardines del Hospital Provincial. El monumento afronta así un proceso de restauración para devolverla a su situación de origen: en la escalinata central de la entrada principal del centro sanitario. De este modo, la escultura "revive" después de años semioculta bajo un gran árbol y detrás del muro de cierre, ya eliminado, del Hospital, y pone la guinda a la remodelación urbana en esa zona.

La empresa Toxos Outos fue la encargada de retirar la estatua, y la restaurará y la reubicará por un presupuesto de 18.385,21 euros. Además, también se retirará la zapata de hormigón en la que se sustentaba y que no formaba parte de la estructura originaria. Ya en taller, se hará la limpieza y el tratamiento para la eliminación de todos los microorganismos que pueda tener la escultura; el sellado de las fisuras, la reconstrucción de los volúmenes perdidos, y la limpieza de la imagen de bronce del benefactor, ubicada en la peana.

La última parte será el traslado al primero descansillo de las escaleras principales del Hospital, para donde se pensó originariamente. Se colocará sobre una pequeña superficie de una piedra (de 10 o 20 centímetros) como estaba en los años cuarenta del siglo pasado, según las imágenes de la época.

La intervención seguirá los procedimientos de la Dirección Xeral de Patrimonio para este tipo de intervenciones, a pesar de que no se precisa la autorización de la Xunta ya que no se trata de un bien catalogado, pero se informará de todos modos de los trabajos a ese departamento.

Encargada por la Diputación

La escultura fue encargada por la Diputación en 1940 (en aquel momento propietaria del Hospital) al escultor cambadés Francisco Asorey (1889-1961) por 10.000 pesetas. Originariamente tenía un estanque y un pedestal, alcanzando una altura de 4.30 metros. Está ejecutada en granito con el retrato en bronce en la peana del empresario y filántropo Manuel Barreiro Cabanelas (1867-1950), que financió parte del Hospital provincial y a quien está dedicada la obra.

Iconográficamente debería representar la filantropía, aunque se asemeja más a San Sebastián, patrón de Pontevedra y también de Covelo (A Lama), villa natal de Cabanelas. Como consta en las imágenes de la época, fue colocada en la plataforma central de las escaleras del acceso principal del hospital. Luego pasaría a formar parte del jardín.

Pendiente de realizar los trabajos de restauración, en una observación previa se aprecian distintas alteraciones debido a diferentes microorganismos, pero todas sus deficiencias no se podrán conocer con detalle hasta el momento en que se afronten los trabajos.