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El número crece a una media de 70 nuevas altas cada ejercicio

El censo de terrazas aumenta un año más y 297 bares montan a diario 1.963 mesas en las calles

En pleno proceso para elaborar una nueva ordenanza que regule esta actividad, el Concello abre el cobro de las tasas por ocupación de la vía pública -Se recaudan unos 206.000 euros, a una media de 105 por cada velador

Terrazas en la plaza de A Verdura. // Rafa Vázquez

El fenómeno del "terraceo" ya está totalmente asentado a lo largo del todo el año, pero en verano se incrementa aún más una actividad que en la ciudad de Pontevedra se ha disparado en los últimos años al mismo ritmo que crecían los espacios peatonales. Coincidiendo con el inicio de la época estival, el Concello acaba de exponer al público y poner al cobro el padrón anual de veladores de los bares, un censo que pone de manifiesto que el número de mesas y sillas en la calle no deja de crecer. Para este ejercicio son 297 los establecimientos dados de alta en este capítulo, que montan en las calles un total de 1.963 veladores, es decir, un conjunto de una mesa y cuatro sillas.

Es una vez más la cifra más alta de este padrón, que crece a una media de 70 nuevas mesas en cada ejercicio. En 2012 se produjo el gran "boom" de este fenómeno debido a la entrada en vigor de la ley antitabaco que prohibe fumar dentro del local pero sí lo permite en sus terrazas. Entonces ya había unos 240 bares autorizados, con 1.650 veladores. A día de hoy esas cifras ya están muy superadas: ya son sesenta establecimientos más, con un incremento por encima de las 300 mesas.

Este crecimiento en el número se ha visto acompañado de una subida de la recaudación municipal por la ocupación de la vía pública durante todo el año. La tasa se pone al cobro el próximo día 15 de junio, hasta mediados de agosto, y los ingresos que se calculan para este ejercicio son 205.720,67 euros, cinco mil más que hace doce meses. Aunque hay diversas categorías y rangos de abono, la inmensa mayoría de los veladores están integrados en el nivel 1, que incluye todo el casco viejo, las áreas peatonales y buena parte del centro urbano. En la categoría dos solo hay 72 de las 1.963 mesas autorizadas, si bien el Concello sospecha que el número que realmente se monta cada día es mayor, con mesas "añadidas" en los bares con licencia y con algunos que carecen incluso de ese permiso municipal. Por ello, se realizan periódicamente inspecciones.

La media de cada velador (una mesa y cuatro sillas) es de unos 105 euros todo el año, una cantidad que sin duda amortizan los hosteleros en poco tiempo, especialmente en verano.

Este procedimiento de cobro se produce en medio del proceso emprendido por el Concello para modificar la actual ordenanza de veladores, una normativa que procede de 1997 y se ha quedado totalmente obsoleta, ya que entonces apenas había espacios peatonales y las terrazas eran escasas y, en su mayor parte, estacionales, no permanentes como en la actualidad.

En este proceso, iniciado a instancias del PP, el gobierno local ha mantenido reuniones con los hosteleros, el comercio y los vecinos, entre otros colectivos, con el fin de conocer sus propuestas y demandas. Hace algo menos de un mes que concluyó esa fase de consultas y desde entonces se trabaja en la redacción del nuevo documento, que aún no está listo y ya se apuntó en su día que no se dispondrá de él para este verano.

La ampliación de horarios y, a cambio, el establecimiento de un régimen sancionador para los incumplidores son dos de las principales novedades. El gobierno local ya indicó a los hosteleros su disposición a flexibilizar la actividad de las terrazas, pero también advirtió de que "habrá sanciones" .

Otros aspectos as tener en cuenta con los de la convivencia" ya que, según la concejala de Promoción da Cidade, Anabel Gulías, "hay que respetar los derechos de otras personas, hay que tener en cuenta el ancho de las aceras y garantizar el acceso peatonal y de las personas con movilidad reducida, porque ahora hay plazas por las que no se anda".

En cuanto al horario de cierre, los empresarios creen que "está desacompasado con la realidad" y proponen ampliarlo durante todo el año o, en su caso, aplicar uno de invierno, más restrictivo, y otro de verano, más amplio, que podría abarcar de mayo a septiembre. El sector insiste en que "en verano y los fines de semana es muy corto" y "resulta incómodo tener que levantar a los clientes para desmontar las mesas".

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