El Concello ya dispone de una de las últimas autorizaciones necesarias para acometer uno de sus “planes estrella” de este mandato: la rehabilitación y cierre al tráfico del puente de O Burgo. La comisión territorial de Patrimonio Histórico ha dado luz verde al diseño elaborado por el gobierno local, que pretende actuar en una superficie de unos 6.700 metros cuadrados.

Según el concejal de Obras, Demetrio Gómez, esta autorización de Patrimonio aún debe aguardar por el informe oficial, pero en la comisión provincial no se estableció ninguna objeción ni recomendación de cambio en el anteproyecto.

De este modo, el gobierno local confía en poder comenzar este año las obras o, al menos, licitarlas y adjudicarlas, con un presupuesto de 1,8 millones de euros. No obstante, la iniciativa también precisa de la autorización de Costas, si bien el Concello explicó en su día que tampoco habría trabas desde ese organismo.

Esta actuación se incluyó hace meses en la programación de inversiones del plan DUSI con fondos europeos. Aunque no se renuncia a esa vía, el retraso en la asignación de esos 10 millones concedidos en octubre de 2016 ha llevado al Concello a afrontar la peatonalización con fondos propios.

El anteproyecto que maneja el gobierno local pretende actuar en un total de 6.758 metros cuadrados, con un presupuesto de 1.853.000 euros. La peatonalización del puente de O Burgo apuesta por eliminar el tráfico en todo el viaducto, toda vez que en la actualidad ya es escaso, pero se mantiene, con restricciones, en sus dos cabeceras, que también serán objeto de remodelación.

La actuación prevista se divide en tres ámbitos. La reforma del propio puente, que se lleva la mitad de la inversión, incluye el cambio del pavimento, para crear una plataforma única a base de losas de piedra, la sustitución de las barandillas y la eliminación de las farolas, que serán reemplazadas por una iluminación rasante y otra para resaltar los arcos del viaducto.

En la cabecera Norte, en O Burgo, se creará una plaza pública de unos 4.000 metros cuadrados, arbolada y peatonal, salvo un tramo donde se mantienen los carriles de circulación para unir las calles Domingo Fontán y Juan Manuel Pintos.

En la cabecera Sur, junto a la plaza de García Escudero, se conservan los cuatro carriles actuales de la avenida del Uruguay, pero resaltados con un gran paso de peatones elevado, al nivel del futuro pavimento del puente.