Los reiterados accidentes que sufrían varios miembros de una misma familia que reclamaban el cobro de las pertinentes indemnizaciones por las lesiones padecidas acabaron por llamar la atención de varias compañías aseguradoras que presentaron denuncia contra media docena de personas como supuestos autores de un delito de estafa.

La denuncia motivó también una investigación de la Guardia Civil de Tráfico y a la elaboración de un atestado que acabó en el juzgado de instrucción 1 de Pontevedra. Se abrieron diligencias al observar que los múltiples accidentes en los que se veían involucrados estas seis personas podrían esconder algún tipo de artimaña para cobrar la correspondiente indemnización por parte del seguro, dado que la reiteración en el número de siniestros que sufrían casaban mal con la estadística y la lógica.

No obstante, la investigación judicial acaba de echar por tierra las aspiraciones de las compañías aseguradoras y exonera a estas seis personas que estaban siendo investigadas por posible estafa. El juzgado de instrucción número 1 de Pontevedra decidió sobreseer la investigación al no poderse probar con datos fehacientes que las lesiones y los accidentes que sufrían estas personas no fuesen reales o "buscados" por ellos mismos.

El caso incluso llegó a la Audiencia Provincial de Pontevedra, a su Sección Cuarta, después de que al menos cuatro aseguradoras interpusieran recurso contra la decisión del juzgado de instrucción de archivar el caso.

Insistían en que a lo largo de la instrucción se habían obtenido pruebas suficientes para determinar que los acusados, con ánimo de obtener un beneficio económico ilícito a costa de las compañías aseguradoras, simularon sufrir lesiones en accidentes de tráfico (alguno de ellos quizás reales, reconocían) cuando dichas lesiones eran previas o derivadas de siniestros anteriores. No obstante, la Justicia concluye que de la instrucción lo que se infiere es que se produjeron una serie de accidentes de tráfico, "cuya constancia real se ha acreditado", y que "como consecuencia de los cuales se han producido lesiones que han sido constatadas por el médico-forense que concluyó que son compatibles con el accidente sufrido y los daños materiales".

El tribunal reconoce que "el número de accidentes de tráfico sufrido por los investigados, las relaciones personales y familiares entre los intervinientes en los accidentes y, en algunos casos, la dudosa relación entre los accidentes y las consecuencias lesivas y dañosas declaradas y la improbabilidad estadística de que tales accidentes fueran casuales, constituirían indicios de las estafas pretendidas".

Solo sospechas

No obstante, añaden que, "fuera de las dudas iniciales y de las sospechas de fraude apuntadas por la Guardia Civil ante el significativo número de accidentes y la coincidencia de personas" (lo que motivó la apertura de diligencias), lo cierto es que "no existen otros indicios ni se señalan" por las compañías de seguros ningún otro dato contrario a la realidad de que los accidentes se produjeron, así como las lesiones que se dice que sufrieron los investigados. "Teniendo en cuenta que el proceso penal solo debe seguir a partir de indicios y no de simples sospechas", señala la Audiencia, considera correcto el archivo de la investigación contra esta familia.