La fuente de Portela, en la entrada de Ponte Caldelas por la avenida de Pontevedra, quedó restaurada después de que los operarios municipales acometieran su limpieza, retiraran los objetos que la atascaban y procedieran a un encintado completo para evitar las filtraciones y pérdidas de agua.

El surtidor es muy utilizado por los vecinos, pues se trata de un suministro adicional de agua con el que cuentan en esta zona. También es parada habitual para los ciclistas que transitan por la zona.

Se trata de una estrutura de cierta complejidad pues es la salida natural de una mina de agua, pero también recoge las aguas pluviales que bajan de las fincas superiores, y por la acera de la carretera autonómica. Por ello está dotada de un depósito de piedra, que fue necesario desmontar completamente, pues estaba atascado con restos vegetales.

La fuente cuenta con un aliviadero para drenar las aguas pluviales de este singular depósito.